Alvaro Arenillas3 min lecturaEl futuro de Saúl Ñíguez vuelve a estar más que en el aire. Tras muchos años en los que fue uno de los ojitos derechos del Cholo Simeone; tanto como para ser el futbolista que más minutos jugó en la campaña 2017-18 –siendo tercero y segundo en las dos siguientes–, ahora ha enlazado tres cursos en los que ha ido a menos hasta el punto de que en verano de 2021 salió cedido al Chelsea.
Aquel cambio de aires con la Premier League como destino fue un golpe para el medio, y prácticamente diríamos una pesadilla. Por su estilo de juego y fortaleza física de podría pensar que iba a tener éxito en Inglaterra, pero la realidad fue tan distinta como para participar en solo 22 partidos con tan solo 12 titularidades.
Con el experimento fallido, regresó a la escuadra rojiblanca con la idea de ser importante en el club de su vida; sin embargo, en la temporada 2022-23 solo ha sido titular en 11 encuentros para ser el 17º jugador menos utilizado de la plantilla que tiene el técnico argentino, y eso que por el camino no ha sufrido lesión alguna...
Tales datos no dejan lugar a dudas. Para Simeone es un jugador prescindible y como tal se lo está haciendo saber. Cuando hay bajas en el centro del campo tampoco cuenta con él, y es que hasta el canterano Pablo Barrios le ha adelantado. La cuestión es que no hablamos de un problema simplemente deportivo, ya que según señala AS, el trato entre técnico y jugador es áspero.
Sí, todo hace indicar que Saúl se dirige a un nuevo cambio de equipo que no será sencillo y que además le hace revivir su mala etapa en la escuadra londinense de Stamford Bridge. Decimos que verle salir del Atlético de Madrid será complicado porque pocos equipos en el mundo pueden hacerse cargo de su sueldo. Con contrato hasta el año 2026, es el tercer jugador mejor pagado de la plantilla con 12 millones de euros anuales. Algunos clubes de LaLiga como Rayo Vallecano o Valencia CF se han interesado por él, pero con tal salario es imposible que llegue a alguno de ellos.
No está descartada, pero es igualmente poco halagüeña. Su salida al Chelsea tuvo como motivo el contar con los minutos que no tenía en el ahora llamado Civitas Metropolitano; la cuestión es que se quedó muy lejos de cumplir con sus expectativas y toma el rumbo contrario, el de que quedarse y pelear por un puesto, tampoco le asegura nada. Saúl está donde estaba en 2021, con varias opciones y sin ninguna que le ofrezca certeza alguna.