"Xavi es un quejica, como Vinícius"

Villa GómezVilla Gómez4 min lectura

El regreso, tras un pequeño parón navideño, de la tertulia de 'La Prórroga de ESTADIO Deportivo' ha deparado un intenso debate sobre los insultos en el mundo del deporte, con episodios recientes protagonizados por Xavi Hernández, entrenador del FC Barcelona, o Sergio Ramos, central del Sevilla FC. A este respecto, el periodista de esta casa Óscar Murillo lo analizaba así: "Hay quien presupone que las personas se ganan el respeto por lo que han sido o ganado. Es como el valor en los soldados, que se les presupone. Xavi es campeón del Mundo y fue uno de los futbolistas con más títulos. ¿Y? Ejerció su profesión con mucho éxito y ganó también muchísimo dinero, pero es un quejica. Lo comparo con el 'caso Vinícius'. Y traigo a colación lo de Sergio Ramos y el episodio reciente de las chicas del FC Barcelona. Está extendido en el fútbol que, si pagas tu entrada o tu carnet, puedes insultar a un futbolista porque, y no en el caso concreto del femenino, son multimillonarios. Si tienes un problema, vas al psicólogo o al médico, si no se trata de un asunto de salud mental. En el deporte también hay profesionales, que es cierto que son privilegiados y tendrán muchas más ventajas (ir a restaurantes caros o montarse en coches caros), pero no para soportar eso".

Además, el comentarista añadía: "Comentaba en el caso de Vinícius que sufre un problema intrínseco de los españoles, que son faltones por naturaleza y entienden que pueden descargar su tensión diciéndole 'mono' o 'negro'. Sentado en esta mesa he dicho que el brasileño es un provocador y suele buscar un conflicto que le beneficia seguramente muy poco, pero no es de recibo. ¿Por qué Sergio Ramos tiene que aguantar que le insulten? ¿Porque va en el sueldo? Yo creo que no. Irá la crítica, el desprestigio que pueda tener en los medios de comunicación (que digan que ha estado fatal o que está lento, viejo o gordo), pero no un insulto. Alguien que no realiza bien su trabajo no nos cabe en la cabeza que tenga que aguantar, por ejemplo, que le grite cualquier cliente 'vende más fruta, sinvergüenza; vaya género de mierda que tienes'. Sería impensable. Porque te hayas gastado 500, 600 o 700 euros no puedes descargar tu rabia contra jugadores o directivos".

Y terminaba Murillo: "Seguramente, la reacción de Ramos, con la experiencia que tiene, debió se otra. O la de Xavi, tras ganar por 2-3 en Copa al Barbastro de chiripa o, al menos, muy justo. Estando los ánimos calientes, él que es campeón del Mundo podría haber quitado importancia, no ir a buscar a un cuarto árbitro joven. O lo del otro día llamando caradura a otro. Con esas actitudes, fomentan que se hable del agravio. Prefiero mil veces a un Ancelotti que hable con ironía, aunque engañe a los medios y confiese en los suyos que no puede decir lo que piensa por que lo sancionan. Los poderosos, con sus privilegios, deberían tener más mano izquierda y consideración. Pero también es cierto que otros, por el hecho de que sean privilegiados, entienden que pueden insultarles o, como a las jugadoras del Barça femenino, tirarles las camisetas para que se las firmen casi por obligación. Son trabajadores, pero no esclavos".