El Betis no quiere armar jaleo, pero ve ya cortar las barbas de su vecino...

En busca de ingresos extraordinarios en forma de traspasos, la entidad verdiblanca agradece los derivados de la conquista de la Copa del Rey y de las clasificaciones para la Europa League y la Supercopa de España, pero no resigna

El Betis no quiere armar jaleo, pero ve ya cortar las barbas de su vecino...
La plantilla heliopolitana celebra sobre el césped de La Cartuja su tercer título del torneo del K.O. - RBB
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

El Real Betis vive un delicado momento económico, en tiempos de estabilidad institucional y societaria, que combinan con una bonanza deportiva que, de momento, genera una falsa sensación de equilibrio. El desajuste financiero es importante, grave según los expertos, pero en la planta noble del Benito Villamarín trabajan para subsanarlo con diferentes fórmulas imaginativas, aunque todo está inventado. Préstamos a largo plazo por parte de fondos de inversión, ampliaciones de capital, emisión de bonos corporativos y, sobre todo, ingresos extraordinarios en forma de traspasos, que han quedado congelados con la pandemia. Ahí radica gran parte de la solución y la posibilidad de que el consejo de administración, con Ángel Haro y José Miguel López Catalán al frente, recuperen los 6,3 millones de euros avalados de su propio patrimonio antes del 1 de septiembre de 2023. Por supuesto, para el necesitado toda ganancia cuenta, por lo que en La Palmera se miran con lupa los euros derivados de las variables y los incentivos incluidos en las operaciones de venta cerradas.

Además, cada conquista de un título, la participación generada en otras competiciones y los éxitos cosechados en cada una de ellas suma. Y no es una cuestión baladí. Según la prestigiosa revista Forbes, el Betis se embolsó cerca de 1,6 millones de euros en la 21/22 gracias a la Copa del Rey, entre los alrededor de 600.000 que se lleva el campeón, el fijo por jugarla para los clubes de Primera división, los resultados de la última edición completa y el cómputo de los cuatro años anteriores. La conquista del galardón llevaba aparejada una clasificación directa para la Fase de Grupos de la Europa League 22/23 que también lograron vía LaLiga los heliopolitanos, lo que supone asegurar 3.630.000 euros, que se irán incrementando en 610.000 euros por cada victoria y 210.000 por los empates, más los premios por pasar a las eliminatorias como primero de grupo (1,1 kilos) o segundo (550.000). Luego, plantarse en los octavos, como ha logrado, supone 1,2 millones más, que serán otros 1,8 si llegan cuartos, 2,8 en semifinales y 4,6 por ser finalista, mientras que el campeón se lleva otros 4 millones. Todo sin contar los ingresos por el 'market pool', que serían otros alrededor de dos kilos extra.

Un salto cualitativo

Meterse en Champions League son casi cinco veces más, por lo que un buen ejercicio te cuadra todo el presupuesto. Por esa razón, el Betis tratará de aguantar en el mercado invernal a sus mejores jugadores, con la esperanza de tener ese seguro de vida a partir del próximo verano. Antes, eso sí, le tocará participar en la Supercopa de España. Será la segunda vez en su historia, porque este torneo se inauguró en 1982, cinco años después del primer título verdiblanco. Sí se lo ganó en 2005, tras vencer a Osasuna en el Vicente Calderón, cayendo luego por 4-2 ante el Barcelona. Entonces, faltaban quince años para que se estrenara el actual formato de 'final four' en Arabia Saudí. Y la entidad hispalense no quiere entrar a Riad como elefante en cacharrería, por lo que las quejas por su bajísimo caché (750.000 euros, aparte de posibles premios por llegar a la final y por ganarla) han sido en 'pétit comité'. Por ahora, según 'BeSoccer', no habrá denuncia, como sí hizo el Valencia en 2020 y se plantea hacer de nuevo. Y eso que el conjunto che, subcampeón, se llevará 1,7 kilos por jugarla, más del doble que los verdiblancos, y 2,8 seguros para Madrid y Barça. Un reparto inconcebible.

Este lunes, el directo general corporativo de los valencianistas, Javier Solís, confirmó la admisión a trámite de la demanda contra la RFEF y recordó que desde el principio se mostraron contrarios a ese reparto. "La empezamos a trabajar en 2020, cuando nos dimos cuenta de que la asignación se produjo de una manera opaca y sin participación de los equipos involucrados. Ha costado mucho acceder a la documentación. Afortunadamente, se ha admitido a trámite y, ahora, la Federación tendrá un tiempo breve para contestar. Este año, todo sigue igual. Hemos intentado que haya más claridad y que den más explicaciones. Firmaremos el documento, pero reservándonos los derechos que nos puedan asistir para proteger nuestros intereses".