La gota que colmó el vaso de la paciencia de Iker Losada en el Betis

El encuentro de este mediodía en Balaídos entre Celta de Vigo y Real Betis dejará una imagen curiosa, pues en las filas del conjunto celeste habrá hasta dos futbolistas que tienen contrato en vigor con el club verdiblanco: Borja Iglesias e Iker Losada. Siguiendo la tónica habitual en los últimos tiempos, ambos podrán jugar ante el equipo al que pertenecen, al no existir la llamada 'cláusula del miedo', y no dudarán en hacer todo lo posible, obviamente, para dejar los tres puntos en la ciudad gallega.

"Va a ser un partido muy bonito para mí, tendré muchas emociones. Tenemos que seguir creyendo en nuestra idea, en hacer daño al rival con el balón y tener una mejor actitud defensivamente", ha asegurado al respecto el recién llegado Iker Losada, que espera cortar una racha de cuatro jornadas sin vencer (un punto de 12 posibles) para aclarar cuál será el objetivo final del equipo olívico. "Estos partidos son los que deciden si estás arriba o abajo", recalcó al respecto.

Las propuestas rechazadas

Tras un primer tramo de la temporada donde no gozó del esperado protagonismo con la camiseta de las trece barras (612 minutos en 15 partidos), el de Catoira no ha dudado en regresar al equipo en el que se formó y con el que llegó a debutar en la elite, antes de tener que salir al Racing de Ferrol y relanzar su carrera en A Malata. A su puerta llamaron Valladolid, Deportivo Alavés, Valencia y Espanyol, contando también con un par de propuestas extranjeras, una de Países Bajos y otro de un club de la Serie A que, incluso, ofrecía una cantidad interesante en forma de traspaso. Pero el mediapunta lo tenía claro: "Era el Celta o quedarme en el Betis".

"Estoy orgulloso por volver con el equipo de mi vida, con el que me vio crecer", añadió el ex canterano celeste, que se encuentra cedido hasta final de temporada sin opción de compra. Por ello, en verano deberá regresar a Heliópolis, donde tiene contrato hasta 2029, a no ser que ambos clubes se sienten de nuevo para negociar un traspaso definitivo, después de que la entidad de La Palmera abonase el pasado verano 1,8 millones de euros para hacerse con sus servicios.

"A Iker le ha faltado experiencia, pese a las cualidades que tiene, no era fácil jugar en la posición de Lo Celso e Isco, pero las veces que jugó rindió muy bien", ha asegurado sobre su ya ex pupilo Manuel Pellegrini, quien lo dejó seis jornadas consecutivas sin salir del banquillo antes de hacer las maletas definitivamente. A la quinta, sin embargo, Iker Losada entendió que era la gota que había colmado el vaso y sólo le hizo falta una llamada para acabar de decidirse, pues en principio era reacio a salir. "Estaba en Sevilla, después del partido ante el Alavés me llama Claudio (Giráldez, entrenador del Celta), hablándome de lo que necesitaba y lo que quería, y llegamos a la conclusión de que había que juntar nuestros caminos", desveló. Ahora, tras 'redebutar' con el Celta ante el Valencia, será una las grandes amenazas para el que ha sido su equipo en los últimos meses.