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Papá, quiero ser árbitra

Noa Reguera, una joven árbitra de 14 años que debuta como linier en la Ciudad Deportiva Rafael Gordillo, es la protagonista del reportaje 'Papá, quiero ser árbitra', elaborado por alumnos de la Escuela de Reporteros de Andalucía

En una profesión dominada aún por hombres, las mujeres, poco a poco, se están abriendo paso en el mundo del arbitraje. Este es el caso de Noa Reguera, una joven de 14 años que debutará después de meses de formación y que protagoniza el reportaje 'Papá, quiero ser árbitra', llevado a cabo bajo el acuerdo de colaboración entre ESTADIO Deportivo y la Escuela de Reporteros de Andalucía, por parte de los alumnos Juan Barriga, Elena Gocman, Flor Ferrera e Inma Víbora.

Noa Reguera, protagonista de nuestra historia, será linier en la Ciudad Deportiva Rafael Gordillo, del Real Betis Balompié. Un día muy especial para ella en el que no estará sola, acompañándola su hermano Jaime como árbitro principal del encuentro. "Llevo en el tema del arbitraje unos meses, he estado dando mi curso, pero para mí, al ser mi primer partido, tengo ese nerviosismo. Su inicio en el mundo del arbitraje está unido a su hermano, porque no sólo comparten profesión, hoy también comparten campo", apostilla Noa.

Su hermano Jaime lo tiene claro: "Lo más bonito es la forma en la que uno se desarrolla como persona, cómo crece, eso también lo ven los familiares y les llena de orgullo. El ver cómo adquieres una madurez a temprana edad y desde luego que me llena el saber que ella va a vivir lo mismo que yo". Y es que Jaime sabe, con cierto miedo, que su hermana tendrá ahora que enfrentarse a las críticas que todo árbitro recibe sobre el terreno de juego: "Yo creo que la parte negativa de esta profesión la sabe bien todo el mundo y esas situaciones están claro que uno no quiere que le vaya a pasar a su hermana, a la vez ahí con 14 añitos que está empezando. Pero la verdad que me quedo bastante tranquilo porque contamos con el apoyo del comité, de los propios compañeros. Siempre hay un seguimiento muy exhaustivo por el cual se tiene controlado; y más aún siendo menor de edad. Está muy protegido a efectos de la federación con el tema del brazalete de menor, en este caso como lleva Noa y luego aparte lo que es el tema de todas las normativas del arbitraje que cuida y protege bastante al árbitro".

Su padre tiene claro que, para ambos hermanos, el arbitraje es una pasión que requiere esfuerzo y carácter para enfrentarse a las críticas que conlleva ese mundo, especialmente para Noa, que cuenta con una protección especial al ser árbitra menor. Aun así, eso no le impide demostrar sus ganas. Hoy inicia un camino lleno de retos, pero también de oportunidades.