Claudio Giráldez, técnico del Celta de Vigo, está logrando que la afición celeste se ilusione como nunca en los últimos años. El preparador de Porriño cogió al equipo con la misión de salvarlo del descenso a Segunda división la pasada campaña y esta va de menos a más poniendo al conjunto olívico en disposición de luchar por Europa hasta final de la temporada.
Por todo ello, el preparador del Celta pasó por los micrófonos de 'El Larguero' de la Cadena SER para repasar la actualidad de su equipo, dejando claro eso sí que todavía no piensa en Europa como un objetivo real. "Estamos viviendo un momento bonito, con mucha comunión entre afición, club y plantilla. Es una fiesta cada partido en Balaídos y ojalá podamos corresponder esa ilusión semana a semana. Evidentemente no es nuestro objetivo, no nos preocupa a día de hoy. LaLiga está muy igualada, creo que estamos ocho o nueve equipos, es una igualdad brutal a estas alturas de campeonato. Queremos sumar puntos, escapar de la parte de abajo y un poquito más adelante veremos a lo que podemos aspirar", ha reconocido.
Habló largo y tendido Giráldez también del emblema del Celta, el ídolo de la afición, Iago Aspas, que poco a poco va recuperando el ritmo tras recuperarse de su lesión: "Evidentemente, queremos verle jugar todos los minutos. Estamos ahí para gestionar no sólo la carrera de Iago, que también, sino un equipo y un partido, que tiene muchos momentos. Ojalá pudiese estar Iago todos los minutos en el campo porque creo que es una maravilla verle jugar. Es un placer para cualquier aficionado verle, y a mí como entrenador igual. A veces tenemos que tomar decisiones, no lo que nos apetece en ese momento sino lo que creemos que es mejor y para garantizar que Iago esté el mayor número de partidos este año y en años venideros".
Preguntado sobre si ve a Iago Aspas siguiendo sus pasos y convirtiéndose en entrenador cuando cuelgue las botas, Giráldez tiró de humor: "Pues espero que no porque si no igual me echan a mí. Tiene el fútbol en la cabeza, sí que podría ser un buen entrenador. Yo creo que él se ve más como director deportivo viendo jugadores para fichar, le gusta más. Sabe mucho de jugadores de cualquier liga, es un 'enfermo' del fútbol en eso. Luego dirigir y entrenar tiene partes un poco más feas que a lo mejor no le llaman tanto".
"Tiene ilusión y cuerda para rato. Es un ejemplo para todos los chavales jóvenes que tenemos en el equipo, para todos los que están en la cantera, de lo que es afrontar el día a día con ilusión. Es un gustazo tenerlo y un lujo poder compartir con él esta experiencia".
"Es nuestro capitán, nuestro líder, es el mejor jugador de la historia y tenerlo con una implicación y un sentimiento de querer más, con todo lo que ha hecho en el club y en su trayectoria, creo que es un ejemplo. Es el mayor estandarte de nuestra historia, es el primero que tiene ilusión, el primero que se exige, es muy cercano, una persona muy humilde, muy normal".
"Es importantísimo tener jugadores que guíen a los demás, que en los momentos complicados les den pausa, les den tranquilidad. Los jugadores jóvenes tienen una fuerza brutal y unas ganas de más, pero a veces hay que tranquilizarlos, darles poso y más allá de lo que nos aporta a nivel futbolístico ese tipo de jugador de más edad, nos aporta mucho en el vestuario, da pausa y tranquilidad, y le quita también presión a esos jugadores jóvenes".