PSG 5-0 Inter de Milán: Luis Enrique, rey de Europa

El París Saint-Germain ha conquistado su primera Champions League y lo ha hecho con una autoridad apabullante. De la mano de Luis Enrique, el equipo parisino ha dejado atrás años de frustraciones europeas para convertirse, por fin, en un campeón de Europa con todas las letras. Y no solo ha ganado: ha arrollado. Un 5-0 ante el Inter de Milán que ya forma parte de la historia del torneo y que consagra al técnico asturiano como el arquitecto de un proyecto que prioriza el colectivo por encima de las individualidades.

Un proyecto sin estrellas, pero con alma

Coincidiendo con la marcha de Kylian Mbappé al Real Madrid, el técnico gijonés prometió un PSG más sólido, más equipo. Y lo cumplió. Su llegada, que también supuso el adiós a Leo Messi y Neymar, permitió la creación de un bloque compacto, generoso en el esfuerzo y brillante con balón. Sin galácticos, pero con ideas claras, Luis Enrique construyó una máquina competitiva que ha alcanzado la cima con un estilo valiente y ofensivo.

La gran final, celebrada en Múnich, enfrentó a un Inter de Milán que llegaba con aspiraciones legítimas tras eliminar al Barça en semifinales. Pero desde el pitido inicial, el PSG impuso su ritmo. En solo 20 minutos, ya ganaba 2-0 con goles de Achraf Hakimi y Désiré Doué, quien además firmó una asistencia. El dominio parisino fue total. Vitinha, Dembélé, Kvaratskhelia y el joven Mayulu completaron una actuación coral que firmó la mayor goleada de una final de Champions desde su creación.

Doué, MVP y símbolo del nuevo PSG

Con apenas 19 años, Désiré Doué se convirtió en el gran protagonista del partido: marcó dos goles, dio una asistencia y fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa italiana. Su irrupción es el reflejo del nuevo enfoque del PSG: apostar por talento joven y formarlo para competir al más alto nivel. No en vano, el once titular del PSG fue el más joven en una final de Champions este siglo, con una media de edad de 25 años.

El Inter, por su parte, nunca encontró respuestas. Apenas inquietó a Donnarumma, que no tuvo que intervenir hasta el minuto 74. Mientras, el PSG se dedicó a disfrutar, ampliar su ventaja y certificar una victoria que ya es histórica: primer club francés en ganar un triplete (Liga, Copa y Champions) desde el Olympique de Marsella en 1993, y el único que lo hace con un juego tan dominante.

Múnich, la ciudad del cambio

Luis Enrique ya es eterno en París. Su nombre se inscribe junto al de los grandes entrenadores europeos que transformaron proyectos fallidos en campeones. Esta Champions no solo representa un título; es la validación de una filosofía. Porque, como dijo el técnico, “no se trata solo de ganar, sino de hacerlo como un equipo grande”. Y el PSG, por fin, lo es.