Bruno Fernandes, destrozado
El capitán del Manchester United no escondió su frustración y malestar tras perder la final en San Mamés y reiteró su respaldo al técnico Rúben Amorim

La temporada más gris del Manchester United en lo que va del siglo XXI se cerró de la peor forma: con una derrota por la mínima (1-0) ante el Tottenham Hotspur en la final de la Europa League, disputada en San Mamés. Una oportunidad perdida para redimirse tras una campaña desastrosa, tanto en lo futbolístico como en lo clasificatorio, ya que los de Rúben Amorim ocupan actualmente la decimosexta posición en la Premier League.
Una temporada para el olvido
Bruno Fernandes, capitán de los Red Devils, fue contundente en sus declaraciones posteriores al encuentro. “Éramos conscientes de lo que nos jugábamos esta noche, pero esta derrota lo hace todo aún más difícil de digerir. Si hubiésemos ganado, al menos nos llevábamos algo positivo, pero ahora todo es negro y negativo”, expresó con pesar.

El internacional portugués no quiso esconder la decepción: “La diferencia fue que ellos aprovecharon su momento y nosotros no. Supieron defender con intensidad, especialmente dentro del área. Tuvimos nuestras opciones, pero no logramos concretar”.
El revés en la final no solo significa cerrar el curso sin trofeos, sino también quedarse fuera de Europa la próxima temporada. Mientras otros seis equipos ingleses disputarán la Liga de Campeones, el United seguirá sumido en una profunda crisis deportiva que parece no tener final. Ni la llegada de Amorim en relevo de Ten Hag ha servido para cambiar el rumbo.
“Amorim es el técnico adecuado”
A pesar del gran fracaso colectivo, Bruno respaldó sin titubeos a su entrenador: “Lo que ha sucedido esta temporada no cambia en absoluto la confianza que tenemos en ��l. Es el entrenador ideal para lo que viene, y necesitamos tiempo y estabilidad para que se vean los resultados”.

La actuación individual del portugués tampoco fue brillante. Cerró el partido con un 68% de precisión en el pase, apenas acertó dos de los nueve centros que intentó y no logró generar el juego que suele ofrecer desde la media punta. Aun así, terminó como máximo goleador del torneo junto a Kasper High y Ayoub El Kaabi, con siete goles.
Amorim, por su parte, no logró que figuras como Casemiro, Mount, Zirkzee o Højlund marcaran diferencia ante los Spurs. “Cada jugador debe reflexionar sobre su rendimiento. Es momento de hacer autocrítica y pensar qué es lo mejor para el club”, concluyó Bruno, visiblemente afectado por un desenlace que simboliza el derrumbe de una temporada para enterrar.