Irene Guerrero y su obligado adiós al Betis: "Habría sido encantada como Totti en la Roma"

La centrocampista de Pino Montano, campeona del Mundo en 2023 con España, rememora desde tierras mexicanas las razones que le hicieron dejar su casa para probar en Levante, Atlético, United y América

Ha sido una de las últimas invitadas al podcast 'La Capitana', dirigido por la influencer mexicana Sandra de la Vega, que entrevista con regularidad a personajes relevantes del deporte, como hizo para empezar con su marido Andrés Guardado y, más tarde, con compañeros suyos en el Real Betis como Sergio Canales, que milita en los Rayados de Monterrey, o Diego Lainez, atacante de Tigres. Esta semana ha sido el turno de Irene Guerrero, mediocampista formada en Los Bermejales que jugó ocho temporadas de verdiblanco (entre 2012 y 2020) antes de iniciar un Erasmus de lujo en el Levante UD, Atlético de Madrid, Manchester United y, desde el año pasado, el América. Un exilio forzoso que la campeona del Mundo con España en 2023, que luce en su palmarés una Women's FA Cup y una Copa de la Reina, explica de una forma gráfica: "Es una pregunta muy difícil, porque yo me llevé allí ocho años y habría sido como Francesco Totti para la Roma; lo habría sido para el Betis encantada".

Aparte de su proyección personal, la jugadora nacida en Las Almenas exculpa a la entidad heliopolitana: "Bueno, al final creo que el destino no lo quiso así. Yo seguía buscando crecer profesionalmente. Y, sobre todo, fue difícil porque a mí cada año me fueron llegando ofertas, pero siempre acababa diciendo que no, porque para mí era un orgullo estar en el Betis. Representarlo para mí era lo máximo. Pero es verdad que en noviembre del 2019 a mi padre le detectan cáncer de pulmón y se fue. Entonces a mí se me fue como mi motivo, la persona que me había inculcado ese sentir. Y fue un detonante, porque al final yo me imaginaba yendo a la ciudad deportiva a seguir jugando partidos, a buscarlo en la grada, porque siempre estaba en el mismo sitio, y era como 'no va a estar'. Y yo no podía estar ahí y no sentirlo o no tenerlo".

Visiblemente emocionada, Irene Guerrero aprovechó ese duro golpe de la vida para hacerse "más fuerte mentalmente" allá donde va: "Cuando estoy fuera, sé todo lo que he dejado atrás, empezando por mi familia, que para mí es lo más importante, y no voy a un club y ya, sino a dar el 100%". Y es que, aunque nunca se ha sentado con su madre, su hermana y su hermano a hablar de cómo se siente desde entonces, tiene claro a sus 28 años que "todo lo que consiga" en la vida y en el deporte va encaminado a "hacerle sentir orgulloso" allá donde esté. Los que sí están sin duda orgullosos de ella son sus paisanos, tanto de Sevilla como de Pino Montano. Medalla de la ciudad tras su enorme éxito, junto con la también hispalense Olga Carmona, en Australia y Oceanía 2023, vio cómo el centro deportivo donde empezó a jugar, conocido tradicionalmente como Huerta del Peregil, ha pasado a llevar su nombre.