La Asociación Española de Árbitros sale en defensa de De Burgos tras las duras declaraciones de Bordalás
La Asociación Española de Árbitros de Fútbol ha mostrado su apoyo público a Ricardo de Burgos Bengoechea tras las declaraciones de José Bordalás, que aludió a la emotiva comparecencia del colegiado antes de la pasada final de Copa. Aunque no habrá denuncia formal ni sanción, el organismo reclama respeto y alerta del impacto en la salud mental de los árbitros

La tensión entre entrenadores y árbitros es una constante en el fútbol profesional, pero en los últimos días ha adquirido una dimensión especialmente sensible. La Asociación Española de Árbitros de Fútbol (AESAF) ha respaldado con firmeza al colegiado vasco Ricardo de Burgos Bengoechea, después de las declaraciones del entrenador del Getafe, José Bordalás, ofrecidas tras la derrota por 1-0 frente al Mallorca.
Las palabras del técnico, alusivas al momento en el que el árbitro rompió a llorar en una rueda de prensa previa a la pasada final de la Copa del Rey, han generado un profundo malestar. El organismo arbitral ha hecho público un comunicado en defensa del colegiado, aunque finalmente no presentará denuncia ante el Comité de Disciplina de la RFEF, lo que evita una posible sanción de hasta cuatro partidos.
La AESAF ha querido remarcar que la dignidad personal y profesional de los árbitros debe ser protegida frente a ataques externos. Para la asociación, las referencias al ámbito familiar, psicológico o humano de los colegiados trascienden la crítica deportiva y afectan al bienestar mental de quienes ejercen esta labor. Recuerdan, además, que Ricardo de Burgos cuenta con apoyo jurídico y psicológico proporcionado por el propio organismo, una muestra de la creciente preocupación por la presión mediática y social. La Asociación señala que su función no es valorar decisiones técnicas arbitrales, sino velar por la integridad del trabajador, dentro y fuera del terreno de juego.
Bordalás, contundente tras la derrota
Tras el encuentro en Son Moix, marcado por un posible penalti por mano de Mojica que no fue señalado, Bordalás mostró su frustración ante los medios. El entrenador afirmó que “toda España” había visto la acción y que al Getafe se le había privado de un penalti clarísimo. Sin mencionar directamente al colegiado, aludió al episodio en el que De Burgos rompió a llorar por los ataques hacia él y su familia, afirmando que “algunos piden respeto y luego se ponen a lloriquear”. Estas declaraciones generaron debate inmediato. Consultado por periodistas sobre si su mensaje iba dirigido a los árbitros, Bordalás respondió que hablaba “para todos”, subrayando que cada profesional tiene familia y responsabilidades.
El técnico también criticó la percepción que existe sobre el Getafe como equipo excesivamente agresivo, asegurando que esa etiqueta condiciona el arbitraje. Señaló que, pese a que el rival cometió más faltas, las tarjetas fueron para los suyos, una tendencia que, según él, se repite cada temporada. Bordalás indicó que esta imagen provoca que se sancione todo en contra, mientras se obvian faltas a sus jugadores. Asimismo, protestó por el tiempo añadido, que considera muy superior cuando el Getafe va ganando, y menor cuando las interrupciones favorecerían a su equipo.

Una llamada al respeto mutuo
La respuesta de la AESAF concluyó con un llamamiento general: clubes, entrenadores, jugadores, árbitros y aficionados deben mantener un marco de respeto que garantice independencia e imparcialidad del arbitraje. El organismo recuerda que esta figura es esencial para el sistema deportivo y advierte de los riesgos que generan ciertos discursos. El episodio reabre un debate recurrente: la convivencia entre crítica deportiva y respeto humano, demostrando que, más allá de la polémica arbitral, las palabras siguen teniendo consecuencias.