El Girona pierde a Abel Ruiz y se queda con Vanat como único delantero disponible
El atacante estará cuatro semanas de baja por una rotura muscular y se suma a las ausencias de Stuani y Portu, lo que deja a Vanat como la única referencia ofensiva para Míchel en un tramo cargado de partidos

El Girona asumió un coste elevado en su participación copera. La eliminación ante un rival de categoría inferior fue el primer golpe de la noche, seguido por la confirmación de que Livakovic saldrá en invierno, ya que no jugó y hará las maletas cuando se abra el mercado. El tercer contratiempo llegó con Abel Ruiz, que sufrió una rotura muscular en el cuádriceps de su pierna derecha. El diagnóstico establece un periodo de baja de cuatro semanas, un escenario que afecta tanto al estado anímico del futbolista como a la disponibilidad del equipo en la delantera.
La lesión deja a Abel Ruiz fuera durante un mes y reduce aún más las opciones ofensivas de Míchel. El delantero no está teniendo fortuna desde su llegada al Girona y este nuevo problema lo vuelve a apartar justo cuando buscaba continuidad. La situación incide de forma directa en la planificación del cuerpo técnico, que pierde a uno de los jugadores previstos para la zona más adelantada del campo en un momento en el que la competencia interna ha quedado muy limitada.

El problema no se reduce al impacto individual, sino que afecta a la estructura ofensiva del equipo. La plantilla cuenta con cuatro jugadores capaces de actuar como delantero centro: Vanat, Stuani, Abel Ruiz y Portu. Son perfiles distintos, pero todos ellos pueden ocupar la posición de 'nueve'. Con este nuevo parte médico, la disponibilidad se reduce a un único jugador. Míchel afronta así un escenario condicionado en sus decisiones tácticas y en la gestión de esfuerzos para las próximas semanas.
Las bajas simultáneas que dejan solo a Vanat en la delantera
A la ausencia de Abel Ruiz se suman las de Stuani y Portu, lo que deja a Vanat como la única opción específica de referencia ofensiva. Stuani sufre una lesión en el sóleo que lo mantendrá apartado hasta final de año, con previsión de reaparecer en enero. Portu tampoco estará disponible esta temporada tras la grave lesión de rodilla que sufrió, con una rotura del ligamento cruzado anterior ya intervenida quirúrgicamente.

Este conjunto de circunstancias sitúa a Vanat como la única alternativa del equipo en la posición de delantero centro. La falta de recambios directos condiciona los planteamientos del entrenador y obliga a mantener al jugador como pieza fija en los próximos compromisos. La ausencia de rotaciones en esta posición incrementa la carga competitiva sobre él, algo especialmente relevante en un calendario que no ofrece tregua.
La situación clasificatoria del Girona añade peso a estas ausencias, puesto que cada punto en disputa se vuelve más exigente sin margen de maniobra para modificar la estructura ofensiva. La plantilla afronta una secuencia de encuentros en la que la falta de efectivos en la delantera se convierte en un factor determinante para los planes del técnico.

Un calendario exigente con plantilla limitada en ataque
Los compromisos del Girona antes de que finalice el año obligarán a exprimir al máximo los recursos disponibles. El equipo visita este domingo al Elche, antes de desplazarse a San Sebastián para medirse a la Real Sociedad y cerrar el 2025 en casa contra el Atlético de Madrid. En estos partidos, Míchel no tendrá recambio para Vanat, lo que condiciona la gestión de cada encuentro.
El primer duelo del 2026, fijado para el 4 de enero ante el Mallorca, podría servir para recuperar una pieza. Stuani debería estar disponible para ofrecer minutos y permitir que Vanat tenga un respiro durante la segunda parte. En cambio, Abel Ruiz llegará muy justo de tiempo para ese momento, manteniendo la delantera bajo mínimos durante varias semanas más.

La acumulación de bajas en una posición tan específica obliga al Girona a convivir con un margen reducido en ataque. Los próximos partidos marcarán cómo se adapta el equipo a un tramo competitivo en el que la falta de alternativas condiciona cada planteamiento.