Jan Virgili sigue soñando con volver al Barcelona: "Si algún día se me abren las puertas del primer equipo, estaría encantado"
El joven atacante catalán vive su mejor momento en Primera División y reconoce que, pese a su salto al Mallorca y su progresión meteórica, mantiene intacto el anhelo de regresar algún día al FC Barcelona, el club en el que se formó y donde asegura que le quedó "esa espinita"

Jan Virgili se ha convertido en una de las grandes revelaciones de la temporada. El extremo de Vilassar de Mar ha ganado protagonismo en el Mallorca gracias a su descaro, su facilidad para encarar y su capacidad para desbordar, un perfil que ya le ha valido su primera convocatoria con la selección española sub-21. "Es un gran premio, por cómo he llegado hasta aquí. Estar en la sub-21 es algo que quiero aprovechar al máximo e intentar dar lo mejor de mí", confesó en una entrevista en Marca.
Su impacto no ha sido casual. Virgili dio un salto decidido el pasado verano, cuando el Mallorca adquirió el 50% de sus derechos por 3,5 millones de euros. El FC Barcelona, donde militó la temporada anterior entre el juvenil A, el filial y unos días de pretemporada con el primer equipo, se reservó una opción de recompra. Para el atacante, su salida fue dolorosa, pero a la vez inevitable. "Fue una decisión complicada, pero tenía claro que quería jugar en Primera. Salí en busca de minutos y oportunidades, aunque me dolió dejar el club", explicó.

Jan Virgili: "Si nunca vuelvo al Barça, siempre tendré esa espinita"
Pese a haberse asentado en la élite lejos de Barcelona, Virgili no esconde que mantiene un vínculo emocional con el club azulgrana. "Si algún día se me abren las puertas del primer equipo, estaría encantado. Era y es mi sueño desde siempre", aseguró. Y añadió con sinceridad: "Si nunca vuelvo al Barça, siempre tendré esa espinita. Me habría encantado debutar con el primer equipo, aunque solo fuera un día".
Criado futbolísticamente en el Nàstic, pulido en la cantera azulgrana y con alma de jugador de barrio, no reniega del estilo que aprendió en la Masia. "En el Barça a los extremos nos llegaban muchos balones, podías intentarlo más. En otros equipos tienes menos oportunidades y tienes que estar más concentrado. Si haces tres jugadas buenas, valen más que 20 regates sin resultado", afirma, consciente de que su fútbol debe adaptarse a nuevos ritmos y exigencias.

La calle, la mayor escuela de Jan Virgili
Virgili se ha ganado el reconocimiento por un juego atrevido, casi intuitivo, heredero directo de su infancia. "Siempre he jugado mucho en la calle desde pequeño. En mi barrio, El Barato, había una pista y pasaba allí el día jugando con mis amigos. Eso se nota. Aprendes a regatear y a improvisar", relata. Esa esencia, lejos de diluirse en Primera División, se ha convertido en una de sus señas. "En el campo procuro no tener miedo a intentarlo. Si tienes miedo, juegas peor. Aunque falles, hay que seguir. Si insistes, al final llegan los frutos", asegura.
Jagoba Arrasate, su actual entrenador, ha sido determinante para su salto inmediato. "La confianza que me transmitió el entrenador fue clave. No esperaba jugar tanto al principio, pero supongo que me lo fui ganando", reconoce. El técnico le pide que mantenga su esencia: encarar, generar peligro y aplicar disciplina defensiva.

Un presente en crecimiento y un futuro abierto
El extremo de 19 años también valora la influencia del vestuario del Mallorca, donde ha encontrado un entorno que le impulsa. "Estoy muy a gusto con Mateo, Samu Costa, Pablo y Mojica. Hemos hecho un grupo guay", afirma.
Consciente de que aún tiene camino por recorrer, se marca un objetivo claro: aportar al equipo y estrenarse como goleador en Primera División. "Intentar quedar lo más arriba que podamos y, si puedo, marcar mis primeros goles en Primera. Si no, ayudar con asistencias".

Mientras crece, el sueño culé sigue vivo. Y si ese regreso algún día se produce, le encantaría hacerlo en un escenario especial: "Va a ser uno de los mejores estadios del mundo junto al Bernabéu", dijo sobre el futuro Spotify Camp Nou.