"El Mundial de Clubes es un trofeo Carranza con dinero"

El Bayern Múnich estableció este domingo un récord histórico con su victoria por 10-0 ante el Auckland City neozelandés en el partido de la primera jornada del grupo C del nuevo Mundial de Clubes de la FIFA disputado en el TQL Stadium de Cincinatti.

En el anterior formato del torneo universal de clubes, la victoria más contundente la había conseguido el Al-Hilal saudí ante el Al-Jazira emiratí por 6-1 en un partido de cuartos de final, disputado en el estadio Mohammed bin Zayed de Abu Dabi el 6 de febrero de 2022.

En aquella ocasión acabó proclamándose campeón el Chelsea que dirigía Thomas Tuchel al imponerse en la final al Palmeiras por 2-1.

Jamal Musiala, con un triplete en 16 minutos (entre el 68 y el 84), fue el máximo artillero del conjunto bávaro, campeón en la anterior versión del Mundial de Clubes en 2013 y 2020.

Después de esa goleada y con la poca aceptación de público que está teniendo, en el primer Debate de ED de la tercera semana del mes de junio preguntamos sobre la importancia que tiene el Mundial de Clubes.

"Es un torneo que no tiene ahora mismo absoluta trascendencia. Lo vimos en el partido del Bayern de Múnich, que se enfrenta a un equipo que aquí en Sevilla, y no estamos hablando ni de Sevilla ni de Betis. Hay clubes mejor posicionados en cuanto a nivel. Es un torneo que se le está dando un relato completamente inmerecido que, además, tiene todos los valores que para mí están mal en el fútbol. Tanto una clasificación basada en argumentos no deportivos como después llevándose partidos a miles de kilómetros de las aficiones. No se diferencia en nada este torneo de otros torneos amistosos que hemos visto otros veranos y, aunque al final algún club poderoso se pueda llevar la competición, estamos viendo que tanto a los futbolistas, que les está costando muchísimo darle a este torneo la importancia que supuestamente merece, como a los aficionados les va a costar tener una opinión de que este torneo sea importante", argumentaba Alejandro Luna.

Lo cierto es que la importancia del torneo no es mucha, más allá de la que la FIFA está intentando hacer y vender. Este 10-0 del Bayern contra un ferretero y un frutero australiano no tiene mucho sentido. En el trofeo Carranza por lo menos había barbacoa en la playa, aunque los clubes no se llevasen tantísimo dinero como se van a llevar ahora. Ese es el único aliciente. Los clubes, o más bien los gestores de los mismos, sí que están ilusionados por el dinero que se llevan, pero para los aficionados la verdad es que, al menos las primeras rondas, el atractivo es nulo.