El motivo que impide al Manchester United despedir a Rúben Amorim
La mala dinámica de resultados ha encendido las alarmas en Old Trafford y el banquillo vuelve a estar bajo la lupa

Las primeras jornadas de la Premier no han traído el soplo de aire fresco que se esperaba. El United sigue instalado en la irregularidad: cuando gana, lo hace con sufrimiento; y cuando pierde, lo hace de forma estrepitosa, como en el derbi de Mánchester. El proyecto, lejos de consolidarse, transmite dudas. Amorim llegó para corregir la herencia que dejó Erik ten Hag, pero sus cifras apenas mejoran las de su predecesor. De hecho, el técnico portugués ha vuelto a colocarse en el punto de mira.
El ambiente en Carrington refleja esa tensión: la sombra del despido planea a diario. Sin embargo, pese a la presión externa y a las críticas internas, el entrenador continúa en el banquillo gracias a un aspecto clave fuera del césped.
Una cláusula que lo protege
Según el diario británico Daily Mail, la razón principal por la que Amorim sigue dirigiendo al United radica en una cláusula incluida en su contrato. Dicha condición estipula que, en caso de despido antes de cumplirse un año de su llegada, el club debería abonar una indemnización de 12 millones de libras, algo más de 14 millones de euros. Esa cifra supone un escudo de protección para el técnico, al menos hasta el próximo 1 de noviembre de 2025, cuando se cumpliría el aniversario de su desembarco en Old Trafford.

A partir de esa fecha, la penalización dejaría de estar en vigor, lo que facilitaría a la directiva la posibilidad de tomar medidas sin afrontar un desembolso tan elevado. Hasta entonces, el club mantiene una posición de prudencia, aunque no deja de estudiar alternativas.
Los nombres que suenan como sustitutos
Mientras tanto, la rumorología en torno a posibles reemplazos no cesa. Entre los candidatos que han emergido con fuerza figuran Oliver Glasner y dos entrenadores españoles: Unai Emery, actualmente en el Aston Villa, y Andoni Iraola, al frente del Bournemouth. Ambos conocen bien la Premier y su perfil gusta en los despachos de Old Trafford.

El respaldo público hacia Amorim convive, por tanto, con una búsqueda silenciosa de opciones para un futuro cercano. El margen de maniobra que ofrece la cláusula de salida se ha convertido en un freno a las decisiones inmediatas, pero no garantiza estabilidad a largo plazo.
Lo cierto es que, en lo deportivo, la exigencia es máxima y los resultados mandan. Si el United no logra enderezar el rumbo en las próximas semanas, la presión será cada vez más insoportable. Y llegado el momento en que la protección contractual caduque, el club podría no dudar en abrir un nuevo capítulo en su banquillo.