Ultimátum a Garnacho
El extremo argentino no termina de despegar en el Chelsea y corre el riesgo de perder su sitio tanto en Londres como en la selección argentina

Alejandro Garnacho vive un momento clave en su carrera. El extremo argentino, que llegó al Chelsea con la misión de convertirse en una de las figuras del proyecto de Enzo Maresca, todavía no ha cumplido las expectativas. Su rendimiento no termina de despegar, y con el Mundial de 2026 en el horizonte, su margen de error se reduce al mínimo.
Fan declarado de Cristiano Ronaldo, Alejandro Garnacho soñaba con seguir los pasos de su ídolo en el Manchester United. Parecía el escenario perfecto: mismo estilo, misma posición y el mismo estadio. Pero el cuento se torció. Las polémicas, los gestos y los enfrentamientos con Rúben Amorim provocaron su salida del club. Tras un verano lleno de rumores, el argentino acabó fichando por el Chelsea por 46,2 millones de euros.
Un comienzo cuesta arriba
Garnacho aterrizó en Londres con la etiqueta de estrella y la necesidad de demostrar que su talento justificaba la inversión. Sin embargo, Maresca optó por un plan de adaptación algo más progresivo. El extremo debutó en la cuarta jornada ante el Brentford, apenas jugó 11 minutos y recibió duras críticas por su falta de implicación defensiva. Desde entonces, sus apariciones han sido esporádicas y su peso en el equipo, limitado.

Su mejor versión se vio en Champions ante el Benfica, donde provocó el gol en propia puerta que a la postre le dio la victoria al Chelsea. Ese destello le sirvió para ganarse la titularidad en el duelo frente al Liverpool, dejando una buena impresión. Pero eso aún no basta. En uno de los vestuarios en los que más competencia puede haber en el fútbol mundial, Garnacho necesita algo más que eso si quiere ser un fijo en los planes de Maresca.
El Mundial, en el horizonte
La irregularidad no solo afecta a su presente en el club, sino también a su futuro con Argentina. Ya ha pasado casi un año desde su último partido con la albiceleste, en noviembre de 2024 ante Paraguay. Desde entonces, no ha vuelto a entrar en las convocatorias de Lionel Scaloni, aunque el seleccionador dejó una puerta abierta.
“Matías Soulé está en nuestro punto de mira, al igual que otros jóvenes que pueden aportar su granito de arena, como Buonanotte, Garnacho y Carboni”, dijo el técnico en una reciente entrevista. Una frase que resuena como advertencia: aún hay tiempo, aunque con el Mundial a la vuelta de la esquina, el tiempo apremia y si hay algo que le gusta a los seleccionadores es tener un grupo confeccionado con mucho tiempo en este tipo de citas.
La Copa del Mundo se acerca y Garnacho debe decidir si dar el salto que se le presupone o si por el contrario quedarse un escalón por debajo y ser algo así como 'lo que pudo ser y no fue'. El argentino tiene la última palabra.