El regreso del ostracismo de Dani Cárdenas
El meta suplente ha vuelto a disputar un partido con el club rayista casi cinco meses después

Dani Cárdenas ha comenzado la temporada igual que terminó la anterior: sin protagonismo. El guardameta catalán, fichado por el Rayo Vallecano en 2023 procedente del Levante UD, ha tenido que esperar casi cinco meses para volver a jugar un partido oficial. Su oportunidad ha llegado en la Copa del Rey, en la victoria por 1–6 ante el CD Yuncos, donde fue titular y volvió a vestirse de corto tras un largo periodo en el banquillo.
La situación no es nueva para él. En la pasada campaña, Iñigo Pérez le otorgó la titularidad únicamente en la Copa, competición en la que el Rayo alcanzó los octavos de final, cayendo eliminado ante la Real Sociedad. En LaLiga, Cárdenas disputó los cuatro primeros partidos del curso, dejando su portería a cero en uno y encajando cinco goles. Más adelante solo volvió a jugar dos encuentros más, siempre como titular circunstancial.
Una temporada idéntica
Este curso, la historia parece repetirse. Hasta ahora, no ha disputado ni un solo minuto en Liga, donde su compañero Facundo Batalla se ha adueñado por completo del puesto. El argentino lo ha jugado todo tanto en LaLiga como en la Conference League, dejando sin opciones a Cárdenas. Su papel se limita, una vez más, a ser el portero de Copa.
El de Terrassa, de 28 años, mantiene contrato hasta 2027, tras llegar al club a cambio de 1,3 millones de euros. En todo este tiempo solo ha acumulado 15 partidos y 1.380 minutos con la camiseta rayista, cifras que reflejan su papel secundario en el proyecto.
El muro Batalla
Parte de su ostracismo se explica por el gran rendimiento de Batalla. El ex de River Plate vive un momento de forma excepcional y está a punto de alcanzar un récord histórico: si en la próxima jornada ante el Villarreal, en La Cerámica, llega al minuto 76 sin encajar, superará la marca de imbatibilidad que ostentaba Dimitrievski.

Con semejante nivel y un contrato que lo vincula al Rayo hasta 2030, el panorama para Cárdenas parece inamovible. En Vallecas confían en su profesionalidad y compromiso, pero no resultaría extraño que el portero busque nuevos horizontes si su situación no cambia.
Por ahora, su regreso en Copa le ha devuelto minutos y sensaciones, pero también ha confirmado una realidad: su rol en el Rayo Vallecano sigue siendo el del eterno suplente, un guardameta a la espera de una oportunidad que, por el momento, no parece cercana