Joel: "Lanzaron el palo al menos adecuado; podrían haber sido más señores"

"Fue más duro en la Copa del Rey. En la Europa League sabíamos que no había mucha experiencia, como le ha pasado este año al Athletic Club. Con Quique estábamos haciendo un fútbol muy bueno, con la posibilidad de hacerle 2-3 al Valencia CF, pero, por querer ir a por más, nos metieron dos en dos contragolpes en el ochenta y pico. Ese día no gestionamos bien los últimos minutos y se nos fue la posibilidad de una final en el Benito Villamarín. A lo mejor nos coge el Barça y nos mete cuatro, pero me quedó esa 'espinita'. Yo olía que algún día, no sabía cuándo, iba a llegar a la final, aunque no sabía cuándo. Es un equipo al que le cambia mucho el chip en ese torneo", recordaba este lunes Joel Robles en 'El After de Post United', donde el todavía guardameta en activo (que milita en el Estoril Praia a sus 35 años). "A mí me pitaban por aguantar el balón 6-7 segundos, como me pedía el entrenador", bromeaba, rememorando la 'caña' que le daban en redes sociales.

El getafense, que se ha quedado con las ganas de jugar en el club de su ciudad, se refirió también durante la extensa charla al tristemente famoso 'derbi del palo', que terminaron ganando los heliopolitanos, campeones esa edición (la 21/22) en La Cartuja: "Yo estaba jugando en la Copa, donde veía un poco la luz, pero llegó el Sevilla FC y (Manuel Pellegrini) no me puso. Obviamente, los derbis son muy calientes. Por parte del bético que tiró el palo, mal hecho. Es indefendible; es una agresión. Pero también te digo que lanzaron el palo al menos adecuado (Joan Jordán); si le da a Jesús Navas o a Ivan Rakitic, no se tiran al suelo ni hacen el paripé de que se marean. Lo que pasó dentro sí lo sabemos perfectamente. Es un tema que hay que dejarlo zanjado. Lo sabemos porque varios compañeros y el asistente escucharon los comentarios, pero no consiguieron realmente lo que querían, ya que se jugó al día siguiente (a puerta cerrada)".

Para terminar con su particular análisis de aquel día, Joel Robles, que elogia al 'Ingeniero' ("no te va a volver loco con temas tácticos, pero tiene muy buen ojo y siempre apuesta por los talentosos arriba, que son los que marcan diferencias, siempre con un Aitor Ruibal en el campo"), cree que "la respuesta del Sevilla para mí no fue la correcta; ha sido un club ganador muy y ahí no mostró serlo", zanjando: "Creo que podrían haber sido más señores, aceptar los que son y los están, y jugar al fútbol. Conseguimos eliminarlos, lástima que sin afición, pero me defraudó el comportamiento de los sevillistas, porque siempre han ido de ganadores, y lo son (hay que aceptarlo), pero al final se queda atrás todo". Aquel curso también tiene algo que achacar al chileno: "Era el tercer portero con Claudio Bravo y Rui Silva; a mí me desconvocaba Pellegrini y yo iba al estadio, daba el grito y, a escondidas, me iba a casa. No porque me diese igual, sino porque a mí verme en la grada me hacía daño. Me iba a casa y veía el partido en la TV. No sé si alguien me veía irme, pero yo lo veía por la tele".