Puntos uno a uno del Sevilla FC frente al Atlético de Madrid en Copa del Rey: Nyland se gana el puesto

Van dos derrotas por la mínima en poco más de un mes del Sevilla FC en el Metropolitano. La de la víspera de Nochebuena, con uno más un buen rato, dio esperanzas de recuperación a las órdenes de Quique Sánchez Flores, aunque volvieron a ahogarse en plena orilla los blanquirrojos ante el Atlético de Madrid, esta vez VAR mediante en la última acción para quedar apeados en cuartos de final de la Copa del Rey. No hay mal que por bien no venga, pensarán en Nervión, donde desperdiciaron el camino más corto hacia Europa y el único factible visto lo visto, si bien lo mejor será centrar todos los esfuerzos en la remontada liguera, con el descenso apremiando. Al menos, ya no tendrán benditas distracciones semanales de índole continental o nacional, pero lo primero es ganar cierta solvencia y regularidad, pues la buena imagen de este jueves o de Getafe contrasta con naufragios como los perpetrados contra Athletic Club y Girona FC.

Así jugaron los nervionenses

NYLAND: 7

Atento y bien colocado, transmitiendo seguridad por alto, todo lo contrario que Dmitrovic. Buenas intervenciones en la reanudación ante Lino. Nada que hacer en el 1-0, que le rematan desde muy cerca.

NIANZOU: 5

Gran carrera para evitar un mano a mano de Lino con Nyland y buenas coberturas a Navas. Arriesgó en algún pase interior, aunque anduvo infinitamente más entonado que en Girona haciendo lo que sabe.

SERGIO RAMOS: 5

Silbado por una afición que recordó su pasado madridista, con una final de Champions 'ganada' por él como colofón, tiró de veteranía y contundencia. Tuvo el empate sobre la bocina. De más a menos, eso sí.

MARCAO: 4

Torpe en el penalti, listo para tapar a Morata con oficio y colocación, a falta de forma física. Correa le regatea con facilidad en el gol. Le pesó un partido tan intenso.

JESÚS NAVAS: 5

Tapó por fuera a Samu Lino y le obligó a proyectarse por dentro, donde tenía más ayudas. Presencia ofensiva y carácter de capitán.

SOUMARÉ: 4

Combinó aciertos de pura potencia en la resta con pérdidas absurdas como una ante Griezmann que pudo costar caro. Acabó llegando tarde casi siempre.

SOW: 5

Su movilidad sacó de quicio y de sitio a la medular colchonera. Ayudó poco en la resta, pero a punto estuvo de provocar un penalti y sirvió un par de buenos centros desde el perfil derecho.

ÓLIVER TORRES: 4

De más a menos, terminó el primer tiempo algo perdido, superado en lo físico y sin frescura de ideas para el último pase, que sí exhibió en el arranque. Primer cambio tras jugarse la segunda amarilla.

PEDROSA: 5

En defensa tuvo que multiplicarse ante la profundidad de Nahuel Molina y las caídas a esa banda de Griezmann. Volvió a demostrar que va para arriba como un tiro, ganando muchas veces a su par y llegando hasta línea de fondo para centrar, pero a su espalda pasan cosas siempre. Con Marcos Llorente, más replegado.

OCAMPOS: 6

Eficaz en la presión, aunque poco inspirado en los metros finales. Peinó un balón que casi convierte Ramos en el 1-1 y dirigió sendas contras peligrosas que no logró finalizar. Es competitivo como el que más y tiene orgullo, algo impagable en esta tesitura.

ISAAC ROMERO: 4

Tuvo la primera 'ocasión' en un disparo bloqueado y se buscó siempre los huecos en el área rival, aunque acabó aburrido y cansado de no 'olerla'.

RAKITIC: 4

Certero en la estrategia, pero prácticamente es lo único que aportó. Decidió mal en una contra abortada por Koke y con Ocampos esperando para empujarla.

JUANLU: 4

No mejoró a Navas ante Lino.

LAMELA: 5

Es un 'cable pelao' para lo bueno y para lo malo. Se cargó enseguida con una tarjeta, aunque percutió hasta la última jugada, donde forzó un penalti que Hernández Hernández mandó al limbo.

ACUÑA: 5

Con el mismo margen de maniobra que Rafa Mir, ganó varios balones atrás por potencia y convicción, además de servir un par de centros muy peligrosos arriba.

RAFA MIR: 4

Apenas contactó con la pelota. Salió con poco tiempo y no generó peligro ni por alto.

QUIQUE SÁNCHEZ FLORES: 5

Apostó por el 1-3-5-2 que aplicó nada más llegar, sin experimentos como en Girona. Había transmitido a los suyos que la Copa del Rey es el camino más corto (y único factible) hacia Europa. Sin alardes y con pocas llegadas, concedió lo justo atrás y llegó con opciones de clasificación al tiempo de prolongación. Lo mínimo que se le pide es que los suyos compitan.