Tensión durante el Sevilla-Madrid: la afición rodea el Sánchez-Pizjuán y apunta al palco un día más

Cientos de aficionados conformaron una protesta que dio la vuelta a la Grada de Preferencia con cánticos, pancartas y un ambiente de hartazgo que obligó a la Seguridad del Estadio a cerrar las puertas con el encuentro en disputa

Iván DíazIván Díaz 3 min lectura

En el horizonte clasificatorio del duelo entre el Sevilla y el Real Madrid no había práticamente nada en juego. Con LaLiga levantada ya por el FC Barcelona y la permanencia sellada y permitiendo un respiro deportivo para los nervionenses, el foco estuvo puesto sobre las gradas. En este sentido, el sevillismo acudió a la llamada de Biris Norte para mostrar su rechazo hacia la gestión de un Consejo de Administración que no cuenta con el respaldo de su afición. Así lo demostraron los centenares de hinchas que se movilizaron en la tarde de este domingo.

Corrían las 19:00h de la tarde cuando el colegiado Mateo Busquets señaló. El pitido inicial. En lugar de un graderío abarrotado como de costumbre, el ambiente del duelo tuvo un aspecto insólito. En este sentido, los distintos sectores del Ramón Sánchez-Pizjuán contaban con numerosos asientos vacíos. Y en especial, la Grada Baja de Gol Norte, el pulmón de Nervión.

En una iniciativa que tiene sus raíces en el grupo de ultras de Biris Norte, los sevillistas dejaron las gradas prácticamente vacías. Emprendieron así una movilización teñida de amarillo, el color escogido para la protesta en prendas de ropa, globos y, cómo no, pancartas con el lema “Junior, vete ya”.

Sonó el himno del Sevilla y los manifestantes lo respetaron desde los alrededores. Justo al término del mismo, los cientos de hinchas descontentos y presentes en los aledaños del Ramón Sánchez-Pizjuán se unieron y emprendieron su marcha para rodear el estadio y mostrar su desconformidad. Sonaron cánticos de “Directiva, dimisión”, “Fuera del Sevilla, ya no te quiero, eres un calvo cabrón” o “Junior, muérete”.

Se elevó tanto la tensión que los miembros de la seguridad del estadio se vieron obligados a cerrar las puertas de la Grada de Preferencia durante casi media hora con el partido iniciado. A pesar de que en un primer momento la intención era dejar las puertas abiertas, la crispación generada en la explanada que divide al Sánchez-Pizjuán y al centro comercial de Nervión Plaza y los cánticos de “Invasión”, obligaron a retroceder hasta que se calmó el ambiente pasado el minuto 35’ de partido.

Mientras tanto, la primera mitad del encuentro entre el Sevilla y el Real Madrid se jugó en un silencio que tan solo los conatos de “Directiva, dimisión” que borbotaban de algunos sectores de la grada rompieron. Finalmente, un vez señalaron el pitido final de la primera mitad el ambiente regresó al Sánchez-Pizjuán. Los Biris Nortes se unieron y desplegaron todo un arsenal de batalla con un tifo donde recordaban gestas pasadas bajo el lema “Olimpo de Nervión”.