Cañizares se sincera con el Valencia
El ex portero del Valencia agradece al club todo lo que ha supuesto para su vida jugar en Mestalla y asegura que el Valencia no le debe nada

El Valencia atraviesa un momento delicado en su historia. Rozando el descenso, Corberán ha logrado remontar el vuelo y obrar un milagro en Mestalla. Todos los futbolistas que han pasado por el club desean que el Valencia regrese a la posición que merece, siendo uno de los grandes de España y volviendo a luchar por títulos. Un ejemplo del poderío que en su día tuvo el club es Cañizares que se sincera con el Valencia y reconoce que el Valencia no le "debe nada".
Cañizares reconoce que es una leyenda del Valencia
En una entrevista en El Mundo, Cañizares reconoce que es una leyenda del Valencia por títulos y partidos, aunque él no lo siente así. A su vez, Cañizares se ha sincerado con el Valencia y asegura que desde el club no le deben nada. "Pasan todos estos años y resulta que soy el jugador que, por suerte, más títulos ha ganado en el Valencia, que más partidos de Champions ha jugado, a pesar de que llegué con 28 años, estoy entre los 10 o 15 jugadores que más partidos de liga ha jugado... Bueno, pues por datos, evidentemente, pues sí, soy una leyenda. Pero a mí el Valencia no me debe nada, me ha pagado con creces cada uno de los esfuerzos que he hecho. Me ha permitido lujo, poder criar a siete hijos que tuve, poder sacar adelante a mi familia, a mis padres, comprarles un apartamento en la playa, que me inviten a un café si salimos por la puerta, porque la gente es agradecida y reconoce aquella época. Pues sí, una leyenda, contento, orgulloso, fantástico, pero nadie me debe nada", asegura el ex portero español.

El idilio de Cañizares con su pelo
Además, Cañizares explicó su idilio con el tinte en el pelo y asegura que es una manía, ya que considera que le trae suerte. "Cuando me lesionaba, me deprimía. Y en una lesión un peluquero me lo puso así para animarme. ¿Qué ocurrió después? Que en dos momentos decido quitármelo. Uno, en el Mundial de Corea, me lo tiño de rojo y en la ducha me cae en el pie un bote de colonia y me destroza un tendón. Tan pronto pude me lo volví a poner rubio, pero después, en 2012, 2013, no recuerdo bien, empecé a dejármelo crecer para que se pusiera moreno. Me fui a correr un rally a Orense. Acabo, vuelvo a Valencia, y me invitan a un cumpleaños después de esa paliza tremenda. Dan las 4, 5 de la mañana. Agotadísimo. Al día siguiente me levanto y me está saliendo la saliva aquí la comisura de la boca. ¿Qué me pasa? Fruto del agotamiento, tuve una parálisis facial. Estuve así cuestión de un mes. Las dos cosas más raras de mi vida me han pasado cuando me he quitado el color rubio", señala acerca de las anécdotas con su pelo.