Corberán se aferra a los precedentes

El Valencia ha mostrado en los últimos años una notable capacidad para recomponerse tras derrotas contundentes frente al Barcelona. Aunque cada goleada ha sido dura de digerir, la respuesta del equipo ha llegado con rapidez en la mayoría de los casos.

Por ejemplo, en la temporada 2019-20, tras caer 5-2 en el Camp Nou, el conjunto valencianista se sobrepuso y venció al Chelsea 0-1 en Stamford Bridge en la fase de grupos de la Champions League, demostrando resiliencia incluso en competiciones internacionales. Estos resultados evidencian la fortaleza mental del equipo, que sabe gestionar los golpes duros y mantener la competitividad pese a las adversidades.

Levantarse tras malos resultados

En la pasada campaña, el Valencia volvió a mostrar su capacidad de reacción. Después del 7-1 sufrido ante el Barcelona en Montjuïc, el equipo respondió ganando 2-1 al Celta, dejando claro que no se derrumba tras una derrota dolorosa.

Más tarde, tras un 0-5 frente al Barça en la Copa del Rey, volvió a levantarse con un triunfo sólido 2-0 ante el Leganés. Estos ejemplos reflejan que, incluso en momentos complicados, el equipo ha sabido recomponerse, recuperar confianza y rendimiento en el campo, manteniendo la ilusión de la afición y demostrando que tiene mentalidad ganadora.

Excepciones y recuperación inmediata

La temporada 2015-16 fue la única excepción a esta dinámica positiva. Tras el 7-0 en semifinales de Copa en el Camp Nou, el Valencia cayó 1-0 ante el Betis y solo pudo empatar en la vuelta copera.

Sin embargo, el bache fue breve: en los encuentros posteriores, el equipo encadenó cuatro victorias consecutivas, superando al Espanyol y al Granada en Liga y imponiéndose con autoridad al Rapid de Viena en dieciseisavos de la Europa League, con marcadores de 6-0 en Mestalla y 0-4 en Austria.

Estas recuperaciones rápidas han demostrado que la plantilla y el cuerpo técnico saben aprender de los errores y ajustar tácticas y mentalidad tras un revés importante.

Objetivo inmediato

Después del reciente 6-0 recibido en el Johan Cruyff, el Valencia intentará mantener la tradición de reacción rápida ante el Athletic Club en Mestalla. El equipo buscará resarcirse, retomar la confianza y mostrar que, pese a los golpes recibidos frente al Barça, sigue siendo competitivo y capaz de sobreponerse a situaciones adversas.

La plantilla, motivada por los precedentes positivos, intentará trasladar la intensidad defensiva y la eficacia ofensiva que tantas veces les ha permitido dar la vuelta a partidos complicados.