¿Tres décadas de Monchi con final feliz?

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
2 min lectura
¿Tres décadas de Monchi con final feliz?
Monchi, en un entrenamiento del Sevilla. - Joaquín Adorna
Ojalá me equivoque pero, por el rumbo que están tomando los acontecimientos, será difícil que acaben en fiesta homenaje los casi 30 años de Monchi en el Sevilla: no triunfó en la portería; lo ha bordado en los despachos. El director deportivo apelaba al cansancio para dejar el Sevilla y quería marcharse por la puerta grande, sin pagar la cláusula que le vincula al conjunto sevillista hasta el año 2020 y, a ser posible, despedido con todos los honores ganados.

Sin embargo, si Monchi va a seguir trabajando y fichando para otro equipo, si su condición de sevillista no le impide abandonar el club con el que tiene contrato para marcharse a otro, aunque no sea español, es lógico que el Sevilla también aparque los sentimentalismos y lleve el fin de la relación a lo estrictamente profesional.

En ese ámbito, Monchi ha sido un jugador que ha cobrado desde el primer hasta el último día, un brillante director deportivo convenientemente remunerado e, incluso, un consejero que nunca perdió su condición de empleado. O ambas partes tienen ya pactadas las condiciones del adiós -habría sido mejor anunciarlo al cierre del mercado invernal-; o Castro y el club realizan un ejercicio de generosidad con quien tanta gloria ha dado a la entidad; o Monchi, aun mereciéndolo, tendrá que aceptar que es imposible tenerlo todo y cerrará tres décadas en el Sevilla sin final feliz.
Unete a nuestro canal de Whatsapp Únete a nuestro canal de Telegram