Un gol legal anulado en la única posibilidad para haberse enganchado al partido, pero nada más. Haciendo lo justo, el Valencia tumbó a un Betis plano con mucho juego de mentira.
Para muestra, un botón: desperdició la última posesión sin tirar a puerta. La sensación se hace cada vez más evidente: hay más plantilla que entrenador y, seguramente, hay más ambición en Serra Ferrer que en un técnico que no parece tener prisas para devolver al Betis a la altura que merece.
El Betis jugó en Mestalla como ante la Real, sin mostrar colmillo ni hambre. Esta vez a Setién le salió mal la 'fumada' elección del once (Tello suplente y no dio ni un solo minuto a Sergio León, su máximo goleador); y reaccionó tarde y mal tras el tempranero tanto encajado (Francis por Barragán en el primer cambio). El estilo valiente deriva a defensivo, pero la línea de cinco suma una nueva decepción.