Que lo importante no tape la realidad

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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Que lo importante no tape la realidad
- Joaquín Adorna
Logró el Betis el objetivo importante: ya está clasificado para los dieciseisavos de final de la Europa League y depende de sí mismo para ser primero de grupo. Le bastará con ganar en Luxemburgo en la última jornada a un Dudelange que llegó a ir ganando al Milan (1-2) antes de acabar goleado (5-2). El pase era lo prioritario y ya lo tiene en el bolsillo, aunque los de Setién no se reencontraron con su mejor fútbol y no pudieron ahorrarle a su afición ese sufrimiento final que tantas veces acompaña al conjunto bético. Con el corazón en el puño se tuvieron que marchar los aficionados a su casa después de un remate final del Olympiacos en un córner que pudo poner un injusto empate en el marcador que le habría complicado la futura clasificación.

El pase no debe tapar una realidad: la imagen que ofrece el Betis no es buena, su previsible juego de toque no termina de convencer. Setién tiene que seguir buscando la fórmula con la que encontrar el equilibrio que convierta a los suyos en un equipo fiable. No tuvo fútbol intenso, ni rápido en ataque, ni mostró la solidez defensiva que se espera de una plantilla construida para intentar dar una gran alegría esta temporada.



Al Betis lo sujetó en el centro del campo el trivote formado por Carvalho, Canales y, sobre todo, Lo Celso, el mejor de los veintidós -a años luz del segundo-; y lo mantuvo firme en defensa Sidnei, el más seguro, contundente y rápido del trío de centrales. Bartra estuvo impreciso, acabó siendo sustituido por Javi García; y Mandi, al menos, sacó un balón en la línea de gol. En ataque, con Sergio León y Sanabria sin la confianza necesaria para aportar gol, destacó Tello. Su rapidez es un soplo de aire fresco que conecta con una grada que le tributó una sonora ovación al ser sustituido.

William Carvalho sigue creciendo y ya muestra jerarquía. Muchos de sus pases son verticales y rompen línea. Obviamente, en el riesgo cae alguna pérdida, pero empieza a rendir a un gran nivel. Canales añadió a su brillo habitual el gol del triunfo -con un gran zurdazo desde el borde del área- y esfuerzos físicos en defensa -incluso evitó un par de saques de esquina-. Lo Celso vive en otro escalón, da gusto verle. El argentino convierte en peligro cada balón que toca. Participó en la jugada previa al gol de Canales y a él le hicieron la falta que dio origen al penalti fallado por Sergio León, quien puso tantas ganas como falta de fe acumula. La afición le agradeció el esfuerzo, pero ni él ni Sanabria -lanzó un balón al larguero e intentó una chilena imposible- andan finos, tal vez acusando los rumores que apuntan al fichaje de un delantero en el mercado invernal.

No es un problema, en todo caso, de delanteros. No sería justo individualizar en alguno de ellos por mucho que Sanabria saque de quicio a buena parte de la afición. Falla el juego colectivo. Ante el Olympiacos ha dado para conseguir la victoria que necesitaba y cerrar el pase a las rondas eliminatorias de la Europa League, que es lo realmente importante. ¿Dará para ganar en LaLiga a la Real Sociedad? Tendrá que hacer retoques Setién para crear una nueva realidad.
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