Ocho jornadas, nuevo parón de selecciones y otro prematuro balance de un
Sevilla que afrontará cuatro partidos ligueros -y dos citas de la
Europa League frente al Dudelange- antes del primer derbi en el
Benito Villamarín en la jornada 13, el fin de semana del 10-N -en el que votaremos en elecciones generales-. Visitarán el Sánchez-Pizjuán el
Levante y el
Getafe, duro partido en
Valencia y llegará a Nervión el
Atlético de Madrid, otra importante vara de medir antes de acudir al Benito Villamarín.
El debate en el
Sevilla gira en torno a la figura de
Luuk de Jong tras la certeza que dejó al descubierto el Camp Nou: sin acierto goleador es imposible ganar a clubes tan poderosos como el Barça o el Madrid. Tuvo ocasiones
De Jong, y falló. Las tuvo el Barça, y las aprovecharon Suárez, Vidal y Dembélé.
De reducir por minutos las distancias ante un club de otra dimensión, a arrodillarse por enésima vez y entregarse en ocho minutos de desconexión imperdonables.
De Jong tiene su alta cuota de responsabilidad. Obviamente porque se le ha contratado para hacer goles y aún no ha marcado el primero siendo titular indiscutible, pero más grave que los errores puntuales de un futbolista es 'el segundo apagón colectivo' de un equipo que ya se rajó en
Eibar para regalar tres puntos ganados tras una segunda parte desastrosa.
De Jong no es el problema. Si lo fuera,
Lopetegui ya habría prescindido de él para dar más protagonismo a
Chicharito,
Munir o el 'marginado'
Dabbur. Hasta el partido en el Camp Nou, se había puesto pocas veces de gol. Es el delantero de LaLiga que más ha rematado, pero pocas en posiciones de verdadera ventaja. Frente al
Barça, al menos, sí tuvo ocasiones claras.
Ter Stegen, la falta de acierto y la mala fortuna evitaron su estreno goleador.
La forma de jugar del Sevilla, además, da protagonismo a la segunda línea en la producción ofensiva. De hecho, en LaLiga los delanteros aún no han marcado -en la Europa League sí lo hicieron
Chicharito (2) y
Munir (1)-. Los 10 tantos ligueros pertenecen a centrocampistas y a un lateral: Oliver -1 en Europa y otro en Liga-;
Ocampos (2);
Jordán (2),
Mudo Vázquez (2);
Nolito (2) y
Reguilón (1).
Con
De Jong en el once inicial, el
Sevilla se ha convertido en el mejor equipo a domicilio de lo que llevamos de campeonato. Tres victorias consecutivas (Espanyol, Granada y Alavés) que invitan a pensar que se ha superado uno de los puntos débiles de los últimos años. Seguramente, influyen en este sentido los buenos fichajes realizados en el eje de la defensa y el centro del campo, los dos postes que sostienen la carpa del circo:
Diego Carlos, en la defensa, y
Fernando, en el centro del campo. Gana y pierde el equipo.
De momento, y pese a que
Monchi ha construido un bloque nuevo, el
Sevilla vive en puesto europeo (6º), ha solventado con triunfos los dos partidos de
Europa League y, lo más importante, tiene un estilo de juego que aún debe pulir
Lopetegui, pero que le da para ganar más que perder. Y
De Jong, titular.
Joaquín Adorna