Antonio José Medina4 min lectura"Nasser estaba haciendo su propio rally, no el Dakar para ayudarme. Es lo que hay", señalaba hoy Sebastian Loeb nada más acabar la antepenúltima etapa del Rally Dakar 2024, en la que ha logrado recortar más de siete minutos a Carlos Sainz, pero en la que ha visto lo importante que es la labor de equipo. El hecho de que uno contase con dos compañeros y el otro con ninguno hace que ahora, a falta de dos etapas, esté a 13 minutos y 22 minutos del piloto español.
"Mañana estaré solo y Sainz tiene a dos coches más. Veremos qué podemos hacer", se quejaba el francés, quien llegó a acariciar el liderato cuando se situó a más de 16 minutos de ventaja en la etapa de hoy con respecto al español, pero éste pudo recuperar tiempo debido a los pinchazos finales del galo y a "unos problemas en el gato hidráulico".
La realidad es que lo que salvó a Carlos Sainz del descalabro fue, como bien dice Loeb, la ayuda de Ekstrom, que le prestó las ruedas de repuesto cuando el español se había quedado sin ninguna después de tres pinchazos. El español no sólo tenía al nórdico a su lado, sino a un Peterhansel que también estaba al quite. Mientras Loeb, desde esa misma mañana, sabía que no podía contar con nadie.
Ya se auguraba con el enfado de Nasser Al-Attiyah el día anterior que lo podía dejar tirado. "Todos los problemas son para mí, no para el otro coche", se quejaba el qatarí, que se había quedado tirado cuando sólo se llevaba un kilómetro de carrera. Pese a que podía seguir y sumar puntos para el Mundial, aparte de ayudar a su compañero, el qatarí optó por decir adiós, algo que ASO, la organización del Rally Dakar 2024, confirmaba esta misma mañana.
Ayer, Al-Attiyah, indignado, había tenido una larga reunión con el presidente de Prodrive, David Richards, y le había recriminado todos los problemas que ha tenido en su coche, cuando justo en la previa se había vanagloriado de que todos los pilotos de Toyota -su antiguo equipo- habían tenido problemas menos él, ya que tenía "un truco". Ahora, curiosamente, todos los problemas los ha sufrido él.
“El fallo de motor es inusual. Tuvimos un problema así hace tres años y pensamos que lo habíamos solucionado. Ahora investigaremos por qué le pasó a él. Pero Nasser estaba conduciendo muy duro y visteis que en algunos momentos igualaba a ‘Seb’ (Loeb). No creo en la suerte, pero en este caso creo que tuvo un poco de mala suerte”, señalaba David Richards a la prensa desplazadda al Rally Dakar. El presidente de Prodrive quiso exculpar la decisión de Al-Attiyah, quiso ver "cómo se siente", aunque acabó admitiendo que su labor de equipo había sido nula. “Es muy decepcionante para nosotros”, reconocía. El resultado se ha plasmado hoy, con la ayuda a Sainz; y podría decidir el rally.