Un cambio que revolucionará la Fórmula 1
Mohammed Ben Sulayem confirma que ya se estudia seriamente el retorno de los V8 para 2029, lo que supondría un giro radical en el rumbo tecnológico del Gran Circo

La Fórmula 1 podría vivir en apenas unos años uno de los mayores cambios técnicos de la última década. Durante el pasado Gran Premio de Gran Bretaña, el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, confirmó que se está contemplando el regreso de los motores V8 a partir de la temporada 2029. Este movimiento marcaría un antes y un después para el campeonato, devolviendo parte del carácter sonoro y agresivo que definió a la categoría reina durante décadas. Este cambio busca reducir costes, añadir emoción y conectar con los aficionados.
Menos complejidad, más espectáculo
Los actuales motores V6 son tan sofisticados que su desarrollo puede superar los 200 millones de dólares, con un coste unitario de hasta 2 millones. Un motor V8, al ser una tecnología ya existente en muchos fabricantes, representaría una gran economía de escala, abaratando gastos e impulsando la competitividad.
Un retorno del sonido icónico
Ben Sulayem aseguró que el sonido característico de los V8, más potente y emocionante, podría volver a llenar los circuitos: "El V8 se está haciendo realidad. Soy muy optimista, estoy contento y lo apoyo. Los equipos se están dando cuenta de que es el camino correcto”. Este gesto podría ser un esfuerzo por recuperar a fanáticos ‘de la vieja escuela’ que son muy críticos con el modelo híbrido actual.
Plazos y condiciones
La FIA ya tiene una fecha objetivo: 2029, cuando los nuevos propulsores cumplan con requisitos de sostenibilidad y peso. Será clave garantizar que el combustible sea 100 % sostenible, evitando un retroceso ecológico y alineándose con los valores actuales del deporte.
Aunque la FIA y la FOM apoyan este cambio, aún no hay una decisión final entre los fabricantes. En este aspecto, el retorno al V8 dependerá de un acuerdo técnico ligado con el reglamento del 2026.
Este anuncio, aunque todavía no oficializado como norma, puede afectar al futuro de marcas que planeaban su llegada para 2026, como Audi, Cadillac o incluso Honda. Algunas de ellas podrían mostrarse reticentes a invertir en tecnología V6 si el cambio a los V8 está tan cerca. La FIA tendrá que equilibrar intereses para no desestabilizar el nuevo reglamento que entrará en vigor.
Si se cumplen los plazos, en el plazo de cinco años la F1 podría recuperar la épica auditiva de motores potentes, al mismo tiempo que se reducen costes para los equipos. Este giro técnico acelerará aún más la historia del Gran Circo, remontando a una era más visceral y emocionante.