El futuro de Pedro Acosta, en juego
KTM reafirma su compromiso con MotoGP más allá de 2027 y lanza un aviso a sus rivales

Después de meses de incertidumbre y problemas financieros, KTM reaparece con fuerza en MotoGP. Con un mensaje contundente, el equipo ha confirmado su intención de quedarse, reforzar su proyecto y evitar la fuga de sus principales pilotos.
KTM, a por todas
Las dudas se han disipado. Pit Beirer, máximo responsable del equipo austriaco, ha confirmado que KTM seguirá en MotoGP más allá de 2027. Tras una etapa marcada por la presión interna y la crisis financiera que azotó a la compañía el pasado invierno, la estructura de Mattighofen no solo se mantiene firme, sino que ya trabaja en su expansión: dos equipos y cuatro motos en parrilla es el plan de futuro.

“Vinimos aquí para quedarnos”, sentencia Beirer en declaraciones a GPone. La frase no es casual. La presencia del nuevo CEO, Gottfried Neumeister, en el pasado GP de la República Checa, coincidió con un fin de semana redondo: tres podios en dos días, dos de ellos para Pedro Acosta y otro para Bastianini, han devuelto la ilusión a un proyecto que necesita resultados para seguir creciendo.
El fantasma del pasado
A pesar de que el equipo nunca ha estado lejos en rendimiento puro, Beirer reconoce que los problemas económicos pasaron factura: “El daño psicológico fue evidente”. Las dudas internas, los rumores sobre un posible adiós y la falta de estabilidad sembraron el desconcierto. Pero con los últimos éxitos deportivos y el nuevo plan estratégico, KTM quiere volver a mirar hacia arriba.
“Tener cuatro motos es esencial para lograr el éxito en este paddock”, subraya Beirer. La decisión de mantener dos equipos es un mensaje claro tanto a sus pilotos como a Dorna: KTM no recorta, crece. Y en esa apuesta entra también su nuevo proyecto para la era 2027, cuando el reglamento técnico cambiará radicalmente.
Acosta, la prioridad silenciosa
Pero no todo son certezas. Uno de los grandes retos para KTM será retener a Pedro Acosta. El joven murciano, a pesar de sus recientes podios, ha sondeado otras opciones. Ducati, a través del equipo VR46, fue una alternativa real. Aunque finalmente el Tiburón ha optado por cumplir su contrato actual, su continuidad más allá de 2026 está lejos de estar garantizada.
“KTM necesita demostrar que su moto es capaz de luchar por el título”, admite Beirer. Y aunque no lo dice abiertamente, el mensaje va dirigido a Acosta. Si no le dan una herramienta ganadora, el piloto español podría buscar un nuevo rumbo. En Mattighofen lo saben, y por eso han pisado el acelerador.