La portería del Betis, de excepción a costumbre

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El Betis trata de mantener a sus principales estrellas -todas con atractivos pretendientes- para poder hacer la base de un equipo competitivo al que sólo sumarán a priori refuerzos prioritarios, esto es: suplir a los traspasados y paliar las carencias detectadas esta temporada. Una de ellas, la más evidente quizás, está en la portería, donde la idea era ceder a un Dani Martín que necesita foguearse antes de poder luchar por ser titular en Primera y buscar más competencia para un Joel Robles al que no tenía pensado vender, al menos hasta hace poco, pero que no termina de estar fino.
El portero getafense ya llegaba señalado al partido del pasado viernes ante el Celta, después de encadenar malas actuaciones ante Levante y Villarreal, donde recibió el undécimo tanto de penalti en once lanzamientos. Por si fuera poco, en Balaídos incurrió en un triple pecado que hace llover sobre mojado en la portería heliopolitana. Tanto es así, que en las redes sociales se ha llegado a debatir si Joel debe terminar la temporada como suplente y no son pocos los que apuntan que no puede ser el titular en la 20/21, pese a su buen rendimiento en el pasado curso.
El meta bético despejó mal un pase atrás sin demasiadas complicaciones, a priori. Se la regaló a Iago Aspas, a quien Álex Moreno se vio obligado a derribar, lo que le costó una amarilla al lateral izquierdo y una falta peligrosa al equipo. En el libre directo, Joel primero colocó muy mal la barrera, ofreciendo el palo corto al lanzador celeste y luego no fue capaz de reaccionar al disparo de Nolito, en el momentáneo 1-0 en Vigo. Su nombre se convirtió en tendencia nacional en Twitter durante toda la noche del viernes y parte del sábado.
En cualquier caso, que la secretaría técnica del Betis tenga que ir al mercado a por un portero no es ninguna novedad. Es más, reforzar esa demarcación ha pasado de ser una rara excepción histórica a toda una costumbre en los últimos años. Las tres últimas décadas del siglo pasado y la primera del actual, salvo anecdóticos paréntesis, hubo estabilidad entre los palos con José Ramón Esnaola en los 70 y 80, Pedro Jaro a mediados de los 90 y Toni Prats a finales del XX y el principio de los 2000.
A partir del balear, que inició la década con Enrique Valerio de suplente y pasó nueve campañas en Heliópolis siendo fijo casi hasta el final, únicamente Casto Espinosa, que fue más o menos importante seis cursos, y Antonio Adán, titular indiscutible durante sus cinco temporadas (con Dani Giménez de fiel escudero), gozaron de la continuidad que todo profesional desea.
Con Pau López y Joel Robles, dos fichajes a coste cero, el Betis por fin parecía volver a acertar en la diana; pero el ex del Espanyol sólo duró un año, tras brillar con Quique Setién, estrenarse con la selección absoluta y dejar 23,5 millones de euros de plusvalía más la mitad de los derechos de Tonny Sanabria, y el getafense no ha sabido mantener en su segunda campaña en La Palmera las buenas sensaciones de su primer año en la entidad.
En medio, demasiado fichaje que salió rana y mucho canterano salvador, como son los casos del propio Casto; de Toni Doblas, héroe en la Copa del Rey de 2005, último título del club, y titular en el debut en Champions; y de Adrián San Miguel, quien protagonizó una espectacular 12/13, que acabó con la clasificación a la Europa League del equipo que entonces dirigía Pepe Mel. Tan bueno fue el rendimiento del sevillano, que se marchó a la Premier League; después de que el West Ham aprovechase que su estreno fue tardío. Con 25 años y en el último de contrato, había perdido ya la esperanza de dar el salto al primer equipo. Cuando el club reaccionó para intentar renovarle ya era muy tarde.
En total, entre unas cosas y otras, ha pasado de casi no fichar en la portería, a ver pasar a un total de 16 cancerberos distintos en los 20 últimos años, 11 de ellos en la última década, que fue especialmente inestable excepto en la etapa de Adán. Y el próximo verano, salvo sorpresa, esta lista se verá de nuevo ampliada.
En las últimas semanas han ido sonando varios porteros para el Betis, como Aitor Fernández (Levante), José Sá (Olympiacos), Neto (Barça) o Rui Silva (Granada), sin que a día de hoy haya nada avanzado por alguno de ellos.
La experiencia reciente apunta a que el Betis debe priorizar el mercado nacional. De los 16 metas que ha tenido el Betis este siglo, sólo cuatro son foráneos y todos dejaron mal sabor de boca: el belga Ronny Gaspercic, el portugués Ricardo Martins, el danés Cristian Andersen y el argentino Guille Sara. Es más, los únicos que superaron los cuatro años en el club son todos españoles.
El que más tiempo defendió el arco es Esnaola, con 12 temporadas entre 1973 y 1985. Le sigue Prats, con nueve entre 1996 y 2005. Seis estuvieron dos suplentes del vasco, Jacinto Barroso (1980-1986) y Salvador Navarro 'Salva' (82-88). Empatado con ambos vendría ya Casto (2007-2013) y en el club de los cinco están José Casas 'Pepín' (1960-1965) y Adán (2013-2018).
El portero getafense ya llegaba señalado al partido del pasado viernes ante el Celta, después de encadenar malas actuaciones ante Levante y Villarreal, donde recibió el undécimo tanto de penalti en once lanzamientos. Por si fuera poco, en Balaídos incurrió en un triple pecado que hace llover sobre mojado en la portería heliopolitana. Tanto es así, que en las redes sociales se ha llegado a debatir si Joel debe terminar la temporada como suplente y no son pocos los que apuntan que no puede ser el titular en la 20/21, pese a su buen rendimiento en el pasado curso.
El meta bético despejó mal un pase atrás sin demasiadas complicaciones, a priori. Se la regaló a Iago Aspas, a quien Álex Moreno se vio obligado a derribar, lo que le costó una amarilla al lateral izquierdo y una falta peligrosa al equipo. En el libre directo, Joel primero colocó muy mal la barrera, ofreciendo el palo corto al lanzador celeste y luego no fue capaz de reaccionar al disparo de Nolito, en el momentáneo 1-0 en Vigo. Su nombre se convirtió en tendencia nacional en Twitter durante toda la noche del viernes y parte del sábado.
En cualquier caso, que la secretaría técnica del Betis tenga que ir al mercado a por un portero no es ninguna novedad. Es más, reforzar esa demarcación ha pasado de ser una rara excepción histórica a toda una costumbre en los últimos años. Las tres últimas décadas del siglo pasado y la primera del actual, salvo anecdóticos paréntesis, hubo estabilidad entre los palos con José Ramón Esnaola en los 70 y 80, Pedro Jaro a mediados de los 90 y Toni Prats a finales del XX y el principio de los 2000.
A partir del balear, que inició la década con Enrique Valerio de suplente y pasó nueve campañas en Heliópolis siendo fijo casi hasta el final, únicamente Casto Espinosa, que fue más o menos importante seis cursos, y Antonio Adán, titular indiscutible durante sus cinco temporadas (con Dani Giménez de fiel escudero), gozaron de la continuidad que todo profesional desea.
Con Pau López y Joel Robles, dos fichajes a coste cero, el Betis por fin parecía volver a acertar en la diana; pero el ex del Espanyol sólo duró un año, tras brillar con Quique Setién, estrenarse con la selección absoluta y dejar 23,5 millones de euros de plusvalía más la mitad de los derechos de Tonny Sanabria, y el getafense no ha sabido mantener en su segunda campaña en La Palmera las buenas sensaciones de su primer año en la entidad.
En medio, demasiado fichaje que salió rana y mucho canterano salvador, como son los casos del propio Casto; de Toni Doblas, héroe en la Copa del Rey de 2005, último título del club, y titular en el debut en Champions; y de Adrián San Miguel, quien protagonizó una espectacular 12/13, que acabó con la clasificación a la Europa League del equipo que entonces dirigía Pepe Mel. Tan bueno fue el rendimiento del sevillano, que se marchó a la Premier League; después de que el West Ham aprovechase que su estreno fue tardío. Con 25 años y en el último de contrato, había perdido ya la esperanza de dar el salto al primer equipo. Cuando el club reaccionó para intentar renovarle ya era muy tarde.
En total, entre unas cosas y otras, ha pasado de casi no fichar en la portería, a ver pasar a un total de 16 cancerberos distintos en los 20 últimos años, 11 de ellos en la última década, que fue especialmente inestable excepto en la etapa de Adán. Y el próximo verano, salvo sorpresa, esta lista se verá de nuevo ampliada.
Sólo triunfa el producto patrio
En las últimas semanas han ido sonando varios porteros para el Betis, como Aitor Fernández (Levante), José Sá (Olympiacos), Neto (Barça) o Rui Silva (Granada), sin que a día de hoy haya nada avanzado por alguno de ellos.
La experiencia reciente apunta a que el Betis debe priorizar el mercado nacional. De los 16 metas que ha tenido el Betis este siglo, sólo cuatro son foráneos y todos dejaron mal sabor de boca: el belga Ronny Gaspercic, el portugués Ricardo Martins, el danés Cristian Andersen y el argentino Guille Sara. Es más, los únicos que superaron los cuatro años en el club son todos españoles.
El que más tiempo defendió el arco es Esnaola, con 12 temporadas entre 1973 y 1985. Le sigue Prats, con nueve entre 1996 y 2005. Seis estuvieron dos suplentes del vasco, Jacinto Barroso (1980-1986) y Salvador Navarro 'Salva' (82-88). Empatado con ambos vendría ya Casto (2007-2013) y en el club de los cinco están José Casas 'Pepín' (1960-1965) y Adán (2013-2018).




















