El
Clásico de este domingo entre
Real Madrid y
Barcelona será para los blancos un partido más trascendental de lo que suele ser un duelo de estas características. Después de ser apeados de la
Copa del Rey ante la
Real Sociedad, y tras la derrota europea ante el
Manchester City en el
Santiago Bernabéu, los de
Zinedine Zidane tienen pie y medio fuera de su competición fetiche, y solo un triunfo ante los blaugranas para recuperar el liderato podría salvar la temporada.
Bien es cierto que aún resta el partido de vuelta en
Champions. Sin embargo, los precedentes no invitan a pensar que los de
Chamartín puedan levantar la eliminatoria. Como ha mostrado
MisterCheap, solo en una ocasión pudo el
Real Madrid remontar un cruce de la
Liga de Campeones tras perder el primer encuentro en su feudo.
Por lo tanto, al conjunto blanco solo le queda la esperanza del título liguero para salvar la temporada. La diferencia de dos puntos entre Madrid y Barcelona en la tabla clasificatoria hace que solo un triunfo local sirva para retomar el vuelo y recuperar la confianza de cara a este tramo final.
Por el contrario, una derrota resultaría lapidaria para las espectativas blancas. Si los azulgranas consiguieran llevarse los tres puntos del Bernabéu, establecerían una distancia con el Real Madrid de cinco puntos, además del 'golaverage'.
Real Madrid y Barcelona, en dinámicas opuestas
Si hace apenas un mes parecía que la temporada del Barcelona podría saltar por los aires en cualquier momento -destitución de Valverde, apeados de la Copa del Rey, discusión entre Messi y Abidal y derrota en Mestalla- es ahora la dinámica del Real Madrid la que parece abocada al fracaso.
Desde la eliminación copera ante la Real Sociedad en el Bernabéu, el equipo de Zidane parece haber perdido la consistencia defensiva que le estaba caracterizando este año. Diez goles encajados en los últimos cinco encuentros, empatando en casa frente al Celta y perdiendo en el Ciutat de Valencia ante el Levante, han llevado a los blancos perder el liderato y tener que buscar un milagro en Manchester para estar en el bombo de cuartos.
Por el contrario, los de Quique Setién parecen haber recurperado la confianza liderados por Leo Messi. El astro argentino acumula seis asistencias y un póker de goles -todos ante el Eibar- desde la derrota ante el Valencia. Además, el empate a uno logrado en San Paolo deja una notable ventaja en la eliminatoria ante el Nápoles. El capitán del Barcelona se enfrenta ahora a una de sus víctimas favoritas, pues Leo ha conseguido marcar hasta 26 goles ante los blancos, quince de ellos en el Santiago Bernabéu, y el argentino podría aumentar esta renta el próximo domingo para dejar la liga prácticamente sentenciada.