"Tenía un tanque apuntando a mi habitación": el escalofriante relato de la guerra en Ucrania de Nelson Monte, nuevo fichaje del Almería

El nuevo jugador del Almería ha firmado con el conjunto rojiblanco, gracias a la normativa excepcional de la FIFA, tras salir del país ucraniano donde jugaba después de vivir episodios muy duros durante su huida

"Tenía un tanque apuntando a mi habitación": el escalofriante relato de la guerra en Ucrania de Nelson Monte, nuevo fichaje del Almería
Nélson Monte llegó con su familia a Portugal tras un escalofriante viaje para huir de Ucrania - Mario Gómez
Mario GómezMario Gómez 5 min lectura
La UD Almería ha oficializado el fichaje de Nélson Monte, el segundo central que firma como agente libre en este mes de marzo debido a la plaga de lesiones en la parcela defensiva de la plantilla rojiblanca. Esto ha sido posible debido a la normativa extraordinaria de la FIFA que permitía a los jugadores extranjeros en clubes ucranianos poder firmar hasta final de temporada con cualquier equipo.
 
Eso sí, para poder estar en la ciudad almeriense antes tuvo que huir del país que le estaba acogiendo como futbolista. La guerra estalló sin previo aviso y pilló desprevenido a prácticamente toda la población. Nélson Monte fue uno de ellos.
 
El nuevo jugador del Almería acudió a varios programas televisivos en Portugal para relatar la traumática experiencia que vivió escapando de la guerra: “Vi cosas que me marcarán por el resto de mi vida, pero estoy bien” El central de 26 años pudo regresar a su país sano y salvo, pero vivió muy de cerca los primeros coletazos del conflicto: “Cuando las bombas explotaron al lado del apartamento y fui al coche, vi mucha cantidad de familias corriendo con niños y maletas. Fue espantoso”.

"Muchos ucranianos no pudieron huir con sus familias"
 

El luso prosiguió detallando cronológicamente su escalofriante huida de Dnipro hasta Rumanía: “El viaje fue una locura. Cuando me desperté con el bombardeo hace tres días, hui al campo de entrenamiento del club, con los jugadores extranjeros, para tratar de averiguar qué hacer. Nos dijeron que fuéramos a Lviv. Todavía en casa, escuché dos bombas y en el centro de entrenamiento estalló otra. Nos escondieron en un búnker. Mientras tanto, salimos a la carretera y cuando llevábamos 40 minutos manejando, recibimos la información de que podíamos pasar la noche en el hotel de nuestro presidente, ya que es un lugar seguro”.
 
Precisamente fue en ese hotel donde se encontraría un tanque apuntando a su cuarto: “Pasamos la noche en ese hotel y recuerdo que me encontré con un tanque frente a mi habitación haciendo un ejercicio militar. Me quedé aterrorizado hasta que los ucranianos me dijeron que apenas era un control”.

Después del enorme susto, comenzaría una odisea hasta marcharse de Ucrania en dirección a Lviv: “Al día siguiente, nos dirigíamos a Lviv, para ir a Polonia. El viaje fue horrible. El GPS indicaba una ruta de poco más de 13 horas y lo cierto es que conduje durante casi 25 horas. Había caminos cortados y tuvimos que dar la vuelta y conducir por carreteras secundarias. Muchas de ellos en medio del monte, a 20 o 30 kilómetros por hora. Cuando estás huyendo de una guerra, esto es desesperación”.
 
Sin embargo, hubo un cambio de planes a última hora, por lo que en vez de huir en dirección a Polonia, cambiaron la ruta para abandonar el país a través de Rumanía: “Nos encontramos con militares y tuvimos que mostrar nuestros pasaportes y registraron el coche. Todo con la máxima calma. En lo que más pensaba era en mis hijos, mi esposa y mi familia. Lo más complicado era no saber cómo iba a llegar a Portugal. En la frontera, había una fila increíble de coches que huían del país. Dejé mi vehículo a 10 kilómetros de la frontera y fui andando el resto del camino para poder pasar”.
 
Ya en la frontera, Nélson Monte reconoce que también vivió episodios de gran dureza. Como él mismo relata, todo sucedió bajo un frío intenso: “El otro momento que más me marcó fue en la frontera, cuando esperé tres o cuatro horas para pasar. Había una gran cantidad de ucranianos que se quedaron allí durante horas para cruzar la frontera, y cuando les tocó el turno, no pudieron. Se bajaron del coche, se fueron las mujeres y los niños. Se quedaron debido a la ley marcial”.
 
Felizmente Nélson consiguió regresar con su familia en Portugal y ahora, tras la oportunidad que le ha brindado la UD Almería, podrá volver a poner toda su concentración en lo que más le gusta: el fútbol.
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