TOKIO 2020 TRIATLÓN

Mario Mola, uno de esos raros

Mario Mola, uno de esos raros
Mario Mola, uno de esos raros
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 12 min lectura

Madrid, 16 jul (EFE).- Ni maniático, ni supersticioso. Si acaso meticuloso, por ese vaivén de nervios y trastos que en la primera transición le saca del agua y le pone sobre la bici y en la siguiente le obliga a dejar de rodar para calzarse las zapatillas. Así es el triatlón.

A golpe de brazada, pedaleo y zancada, en el filo de las 200 pulsaciones, solo los elegidos disfrutan. El español Mario Mola (Palma de Mallorca, 1990) es uno de ellos. Tiene ya el sobresaliente. Es tres veces campeón del mundo. En Tokio persigue el ?cum laude?. Reconoce, sin titubeo alguno en la voz, que quiere ganar una medalla.

En su tercer intento, tras haber participado en los Juegos de Londres 2012 y Río 2016, al balear no le presiona verse como candidato a todo. Siguiendo las directrices del técnico canadiense Joel Filliol, entrenador de campeones, en el último ciclo ha alimentado su ambición, su determinación y su autoconocimiento.

?Creo que la clave en los Juegos es no obsesionarse y no hacer las cosas especialmente diferentes a cualquier otro año. En muchas ocasiones, de los candidatos hay un porcentaje muy grande que no llega por pasarse?, reflexiona en una entrevista a EFE.

Mola abraza su favoritismo con naturalidad. ?Siempre he dicho que el hecho de que la gente espere cosas de mí no es algo que me presione. Al revés, lo valoro positivamente porque es señal de que uno está haciendo las cosas bien. Evidentemente, tomas la parte positiva. Estar aquí, poder hablar de ello, es buena señal?, asegura.

Él es el primero que se exige un buen resultado, pero prefiere ?relativizar todo?.

?Voy a hacer todo lo posible para darle una alegría a mi entorno, para dármela a mí mismo y para dársela a todo el mundo que sigue el triatlón, que disfruta con los Juegos y que espera que un español esté luchando por las medallas. Pero no me someto a más presión que esa?, remarca.

En Japón, por tanto, afrontará un ?triatlón más?, sobre una distancia que ya conoce y que viene haciendo ?los últimos ocho o diez años?.

?La atención que generan los Juegos Olímpicos es lo que los hace diferentes y especiales, pero yo prefiero disfrutarlos. Carol (Routier, su pareja, triatleta como él) dice que funciono mejor bajo esa presión. No es que no me guste pasar desapercibido, pero creo que, con el esfuerzo que hacemos y las ganas que le ponemos, que llegue a más gente no es malo; al revés, es para valorar eso positivamente?, sostiene.

Para rendir como imagina el próximo 26 de julio, Mario Mola lleva esforzándose meses. No se atreve a dar una cifra exacta de los kilómetros de entrenamiento que lleva acumulados. Solo garantiza ?que son muchos?.

?Nuestro seguimiento se realiza semana a semana. El domingo anterior conocemos lo que tenemos que hacer durante la siguiente semana y a eso nos ceñimos, siempre y cuando no haya ningún contratiempo. El Campeonato del Mundo, que es a varias carreras, es nuestro objetivo principal durante los tres años que no hay Juegos. Cuando hay Juegos, por el simple hecho de que es una carrera que solo se disputa cada cuatro años, pasa a ser el objetivo principal. Pese a que utilizamos las carreras del Mundial como preparación, pasan a ser un objetivo un pelín más secundario?, cuenta sobre este atípico 2021, que ha encarado con la cita olímpica como principal desafío.

?En nuestro deporte no hay tanta diferencia respecto a una temporada en la que no hay Juegos Olímpicos?, abunda, ?pero todos en un lugar de la cabeza tenemos esa idea de intentar estar al cien por cien en julio y no tanto a principio de año?. ?Este año, no estar al cien por cien en marzo no es malo e incluso puede ser bueno porque tienes margen para trabajar y llegar mejor a Tokio?, afirma.

AL TRIATLÓN ?DE REBOTE?

Ahí deberá confirmar que es uno de los grandes triatletas de esta generación. Ganó las Series Mundiales en 2017, 2018 y 2019. Finalizó en el podio otras cuatro temporadas ?quedó tercero en 2013 y segundo en 2014, 2015 y 2019-.

Del triatlón le atrajo el hecho de combinar tres disciplinas lo que, a su juicio, hace los entrenamientos más amenos.

?A su vez implica una cantidad de horas, trabajo y dedicación que tal vez otros deportes no tengan?, expone como contrapunto, ?porque tratas de llegar a la excelencia en tres deportes que, además, son muy diferentes?.

?No tiene nada que ver el nado en piscina, que la carrera a pie. Eso implica muchas horas de trabajo, pero a la vez, a la hora de lidiar con las lesiones y de desconectar un pelín más de esa rutina, creo que nos beneficia?, añade.

A él lo que se le daba ?relativamente bien era la carrera a pie o el atletismo?, pero sus orígenes ?están en la piscina?.

?Empecé a nadar porque mis padres me apuntaron. No se me daba especialmente bien, pero hice mis amigos allí y seguí nadando simplemente por seguir rodeado de mis amigos. Soy afortunado de haber empezado en un deporte como la natación, por los valores que transmite y por la gente a la que tuve la suerte de conocer. Me ha ayudado mucho en mi deporte, porque en el triatlón, tener una base técnica, mínima, en natación facilita mucho las cosas?, analiza.

?La carrera a pie es probablemente la disciplina en la que tuve más facilidad. Sin haber entrenado tuve la oportunidad de competir y rendir a mayor nivel que lo que había hecho nadando únicamente durante doce o trece años. Pero siempre he competido habiendo entrenado las otras disciplinas y el problema que tiene la carrera a pie cuando uno se dedica exclusivamente a ella es que tienes que hacer muchos más kilómetros y los ritmos crecen y hay más posibilidades de lesión?, abunda.

?Yo tuve la suerte de que, mientras competía en atletismo, también hacía bicicleta, seguía nadando y todo eso me servía para ir ganando en capacidades aeróbicas. Eso me permitió no estar lesionado?, cuenta.

Toda esa combinación acabó confluyendo en el triatlón.

?Como en el caso de mucha gente, yo llego rebotado de otros. Ahora es verdad que muchos chicos y chicas conocen el triatlón en edad escolar, pero los que hacían triatlón por entonces eran unos raros o eran muy pocos. En mi caso, tuve la suerte de que el preparador físico de mi club de natación era uno de esos y nos dijo: ?¿por qué no probáis esto??. Todo el que ha tenido la oportunidad de practicarlo, cuando pierde el miedo de apuntarse por primera vez a un triatlón, se engancha?, recuerda.

Mario Mola dio sus primeros pasos en Mallorca. Siguió su carrera en Barcelona y durante dos años entrenó en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. En la actualidad, sin embargo, forma parte de un grupo de entrenamiento de triatletas internacionales, con los que comparte entrenador y objetivos.

?Es cierto que a mucha gente le llama la atención que podamos estar entrenando y compartiendo el día a día con nuestros más directos rivales, pero yo siempre he pensado que aquellos que nos hacen mejores son aquellos que son competitivos y pueden ganarnos en cualquier carrera. Al final, creo que todos nos beneficiamos de eso. Lo vemos como un "ganar-ganar?. Hoy tiro yo, mañana tiraréis vosotros y al final nos beneficiamos todos?, apunta.

?ME QUEDO CON LOS JUEGOS DE LONDRES?

El beneficio, en su caso, es verse como gran referente del circuito internacional de triatlón.

?El resultado es una consecuencia del trabajo realizado a lo largo de todos estos años. Si dejo de trabajar como he hecho hasta ahora, lo más probable es que caiga de donde estoy. Tocar el techo ha hecho las cosas más fáciles, pero más allá de eso creo que, si pierdo la ilusión, el hambre y las ganas con las que empecé o entrenaba y trabajaba hace cinco o seis años, cuando no había tenido la oportunidad de ganar un Campeonato del Mundo, seguramente no volvería a repetirlo?, se exige.

Sobre el futuro no se preocupa, aunque tiene formación en economía y fianzas. Sí espera ser recordado ?como alguien con el que se podía compartir un buen rato y que, ya fuera compitiendo o fuera de la competición, que era alguien que disfrutaba con lo que hacía?.

Disfrutó especialmente de los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012, los primeros para él.

?Son especiales por ser esa primera experiencia, porque además no tienes nada que perder y todo es aprender. Llegué a esos Juegos falto de todo, de entrenamiento y de experiencia, pero esa oportunidad me ha servido y me va a servir sin duda en un futuro. Durante esa primera vez en la villa, todo es nuevo y todo te llama la atención. Gastas energía en cosas en las que no deberías gastar energía, yendo de un lado a otro, y estando más pendiente de otras cosas que de tu propia carrera, pero es parte del proceso?, se lamenta.

?En Río ya cambiaron cosas. Mi intención era luchar por las medallas y si ese es tu objetivo ya tienes que renunciar a parte de ese disfrute que es la experiencia olímpica. Ya vas más centrado. Son las obligaciones de quien verdaderamente va a luchar por las medallas?, añade.

De la pasada cita olímpica aprendió que ?llegar con la mentalidad de estar en los primeros puestos no te garantiza estar allí?. Fue octavo. En Tokio espera mejorarlo. Lucía Santiago

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