Carolina Marín encuentra a quien le sustituya
El bádminton español sigue creciendo gracias, en parte, a la popularidad de la mejor jugadora europea de la historia

"El verano se acaba y ha llegado a su punto final en Huelva, como debe ser. Rodeada de los míos, comiendo mejor que en ningún sitio y con el corazón a reventar de alegría. Volvemos a Madrid y a la pista... Empieza lo bueno", publicaba Carolina Marín el último día de agosto antes de comenzar los entrenamientos en lo que va a ser la temporada de su regreso. Después de trece meses desde su lesión en París 2024, la jugadora onubense aprieta en busca de reaparecer pronto y poder llegar en forma y sin problemas a su gran sueño: el Europeo de Huelva de 2026.
Desde la distancia ha visto cómo la expedición española en los recientes mundiales de París no avanzaba demasiado, pero sí mejoraba lo ofrecido no hace mucho tiempo. Hasta cinco representantes estuvieron presentes en la capital francesa, con el doble masculino de Rubén García y Carlos Piris como mejor resultado. Lejos están los tiempos previos a la aparición de Marín en los que apenas se clasificaban jugadores. La llegada de la onubense y de Pablo Abián, que sin tener sus resultados ha igualado al vietnamita Nguyen Tien Minh como los jugadores con más participaciones en un mundial (14) ha popularizado este deporte, que sigue creciendo en España en los últimos años.
La muestra ha quedado patente este fin de semana, con los resultados obtenidos por España en el Campeonato Mediterráneo de bádminton celebrado en Lasko (Eslovenia), del que ha sacado seis medallas: un oro, dos platas y tres bronces.
España fue la dominadora en dobles masculinos, donde se vivió una final completamente hispana y donde, evidentemente, llegó el oro. Éste fue para el doble masculino de Manuel Calero y Miguel, que pudieron en cuartos con los primeros cabezas de serie, los eslovenos Gal Bizjak y Maj Poboljsaj, y después con otros de los favoritos, los italianos Enrico Baroni y Simone Piccinin, en semifinales. Sus rivales en la final fueron Jesús De Burgos y Martín Mosquera, que habían dejado en la cuneta a los eslovenos Jelenc y Lin Lenarcic y a los griegos Anastasiou y Boulios. La final fue para Calero y Esteve por 21-13, 20-22 y 21-14.

La otra plata llegó en el dobles mixto, con Martín Mosquera y Ana Caballero. La dupla española superó en cuartos a Kattirtzi y Pissi y en semifinales a los segundos favoritos, los serbios Petrovic y Loncar. Los locales Poboljsaj y Blazina les superaron en la final, para lo que necesitaron un tercer set (21-17, 12-21 y 10-21).

Los bronces llegaron en esta misma prueba donde Mosquera y Caballero fueron finalistas y en la que Jesús de Burgos y Rocío Martín también se encontraron con Poboljsaj y Blazina. Y, los otros dos, en el dobles femenino, con Ana Caballero y Rocío Martín, y en individual masculino, Miguel Esteve.