Desastre del golf español en el Masters de Augusta

Las opciones de victoria en el primer major del año han saltado por los aires con una eliminación en masa y los numerosos errores de Jon Rahm

Desastre del golf español en el Masters de Augusta
Jon Rahm y Sergio García, juntos durante un torneo. - CORDON PRESS

Así es muy difícil. La expedición española llegaba con altas expectativas al Masters de Augusta, y no era para menos. Jon Rahm ganó allí en 2023, Sergio García hizo lo mismo en 2017 y estaba jugando genial en el LIV Golf y Chema Olazabal (también ganador en el primer major de la temporada) tiene experiencia de sobra como para brillar en cualquier campo. Pues bien, entre ellos y Josele Ballester protagonizaron lo que no se puede definir como menos que un desastre del golf español.

Yendo por partes, lo que más sorprende es lo ocurrido con Sergio García. El castellonense finalizó la primera vuelta asentado en las primeras posiciones de la clasificación y pensando en que si se le daban bien las cosas podía estar en la pelea por la victoria final. Pues bien, tal creencia ha saltado por los aires al verle estrellarse este viernes con los primeros nueve hoyos del campo para hacer hasta 40 golpes... La losa era enorme y no se pudo levantar.

Mejor pintaban las cosas para Olazabal, quien estuvo jugando realmente bien hasta el hoyo 15 para vivir en el par. Hasta ahí llegó su aventura, ya que mandó la bola al agua y sus opciones de pasar el corte se esfumaron. "Se me fue demasiado a la izquierda de donde yo pensaba y acabó en un doble bogey", comentaba antes de afirmar que en cualquier caso volvería a Augusta en posteriores ediciones.

Rahm salva el honor... por los pelos

Si bien su primer día en Augusta fue para olvidar, en esta jornada de sábado Rahm sacó todo el temple que le caracteriza para salvar el honor del golf español; eso sí, con matices. Haciendo un -1 en este segundo día pasó el corte por los pelos y ahora se ve abocado a una remontada épica si quiere tener alguna nimia opción de vencer. No está siendo por ahora su año. Pese a ello, no se rinde.

"Gracias a Dios he metido el último putt y no están tan lejos. A 10 golpes en un major se puede remontar. Y estoy cerca de jugar como quiero hacerlo. Eso sí, si sigo en la tónica que estoy no gano ni pa Dios", sentencia.