Álvaro Palomo3 min lecturaTiger Woods ha sacudido el mundo del golf con unas declaraciones que confirman que no atraviesa por su mejor momento físico y que su vuelta al circuito puede demorarse más de lo previsto después que el pasado mes de abril se viera obligado a retirarse de la tercera ronda del Masters.
Cabe recordar que el ganador de 15 grandes y leyenda de este deporte tuvo que pasar por el quirófano debido a un grave accidente de tráfico que le afectó al tobillo derecho. El estadounidense padecía una artritis postraumática en el hueso derecho provocada por el accidente y para solucionarlo se sometió a una cirugía. A partir de ahí, surgió el temor de que nunca se recuperaría completamente de este problema y que lastraría su carrera a los 47 años.
Sin embargo, Woods ha afirmado ahora que no arrastra ningún dolor en dicho tobillo, pero que sí sufre otros problemas físicos que condicionan considerablemente su puesta a punto y retrasan su regreso. En este sentido, ha señalado en declaraciones a AP que no tiene molestias en el tobillo, que la recuperación ha sido completa.
Ese dolor desapareció por completo. Mi tobillo está bien. Ahí no tengo absolutamente ningún problema. En la zona de alrededor es donde tengo los problemas", señaló el golfista, que reconoció que estos dolores surgen en cuanto hace cualquier esfuerzo o se mantiene de pie mucho tiempo, lo que convierte en imposible que vuelva a competir en un corto plazo de tiempo.
Tanto es así que Woods terminó en malas condiciones tras ejercer de caddie de su hijo Charlie en el Campeonato Nacional de golf junior Notah Begay III, que se llevó a cabo en los primeros días del mes de noviembre. De hecho, cuando finalizó la competición, la leyenda del golf no dudó en afirmar que menos mal que el recorrido no tenía desniveles, pues le habría sido imposible completarlo por sus continuas molestias. "Estoy bastante dolorido después de haber sido caddie durante cuatro días. Fue un recorrido llano, gracias a Dios", indicó entre bromas Tiger Woods, cuyo estado físico ha encendido las alarmas en el mundo del golf, hasta el punto de temer que, quizás, nunca pueda volver a dar una exhibición.
No obstante, él mismo cree que podrá regresar sin mayores problemas, aunque antes tendrá que sentirse completamente recuperado para evitar sufrir los dolores que le acompañaron durante la bonita pero dolorosa experiencia con su hijo.