Banega, Navas y el reto de demostrar que el refrán falla

Banega, Navas y el reto de demostrar que el refrán falla
Reyes se marchó en la 03/04 rumbo al Arsenal y regresó en 2012. - Isabel Morales
Isabel MoralesIsabel Morales5 min lectura
Hay un refrán que dice que, como en casa, en ningún lado. Y el Sevilla lo ha sido (y es) para la inmensa mayoría de los jugadores que han pasado por sus filas en la última y exitosa década. El salto de calidad y la consecución de importantes títulos a nivel nacional e internacional puede que haya contribuido a ello. Obviamente, desde el club se ha alimentado también ese sentimiento de pertenencia, que ha hecho que sus jugadores sientan y defiendan el escudo como si de su familia se tratara. Lógico, por ello, que todo el que se va, quiera alguna vez volver.

No obstante, unida a esa filosofía también ha ido la política de fichajes de una entidad que no ha renunciado a vender sus mejores talentos para crecer y llegar a donde está. Sergio Ramos, Alves, Navas, Keita, Poulsen... son algunos de los ejemplos de futbolistas que defendieron a muerte la camiseta blanquirroja y que, llegados el caso, se marcharon dejando en las arcas una buena cantidad de millones de euros.

Esa ha sido la estrategia que, avalada por la figura de Monchi, ha hecho grande al Sevilla. El exdirector deportivo siempre encontraba la pieza perfecta con la que cubrir las importantes bajas que se producían verano tras verano, una fórmula que parece haber quedado atrás, al menos parcialmente, tras su marcha.

En el primer año de Óscar Arias al frente de la dirección deportiva, el listón está demasiado alto, con la disputa de la fase previa de la Champions en el horizonte. El margen de error debe ser mínimo, por lo que el onubense no ha dudado en recurrir a ‘viejos conocidos’ para reducir al máximo las probabilidades de equivocarse.

De esta forma, ha entablado conversaciones con Jesús Navas y ha preguntado por la situación de dos jugadores, Banega y Bacca, que no han terminado de brillar como lo hicieron antes de su salida de Nervión hace unos años.
Sin embargo, en caso de concretarse el regreso de alguno de ellos -o todos- al Sánchez Pizjuán, tendrán que afrontar el reto de demostrar que el refranero español se equivoca.

Y es que, en la historia reciente sevillista, las segundas partes no han sido del todo buenas. Salvo en el caso de José Antonio Reyes, que regresó el 6 de enero de 2012 tras su paso por el Arsenal, el Real Madrid, el Atlético y el Benfica, el resto de repatriaciones no lograron su objetivo. El utrerano, clara excepción que confirma la regla, ganó en su vuelta tres Europa League, rindiendo a un buen nivel y demostrando que, pese a que muchos creyeron que estaba en el ocaso de su carrera, aún tenía mucho fútbol que dar. En 2016 firmó por el Espanyol.

Federico Fazio y Diogo Figueiras tomaron el testigo del utrerano en enero 2016. El portugués, que se marchó al Genoa en 2015, volvió a enfundarse la elástica sevillista apenas seis meses después, pero lo hizo en tan sólo cuatro partidos de Liga.

Idéntica suerte corrió el central argentino, que se marchó por donde vino tras jugar en su segunda etapa cuatro encuentros.

Ellos no fueron los únicos que hicieron bueno el dicho de las segundas partes. Tampoco rindió Jesuli en su segunda etapa en el Sevilla. Tras cuatro temporadas en Vigo, el de Torreblanca volvió para jugar 16 partidos en la 04/05 y siete partidos en las dos siguientes.

Algo similar le pasó a Carlitos, quien tras ganar una Copa con el Mallorca, volvió en la 03/04 (24 partidos) para acabar saliendo dos años después rumbo al Hércules.

Fernando Sales retomó su relación con el Sevilla en la 04/05, con Caparrós en el banquillo. Jugó 15 partidos, para pasar a un segundo plano los años siguientes, hasta el punto de no jugar nada en las dos últimas campañas. Se marchó al Celta en Segunda división. La aparición en su puesto de un tal Jesús Navas, que ahora también sueña con regresar a casa, puede que tuviera algo que ver.
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