La última semana ha servido para que el proyecto de
Berizzo coja aire tras superar la primera gran crisis del '
Toto' en el
Sevilla. Las derrotas contra el
Athletic, el Spartak y el Valencia sembraron unas dudas que han quedado aparcadas con los triunfos sobre el
Leganés y el conjunto moscovita, además de la derrota por la mínima en el
Camp Nou, donde los nervionenses disputaron una buena segunda mitad que les hizo acreedores a lograr al menos un punto.
El balance en el nuevo parón por las fechas
FIFA deja al
Sevilla instalado en puestos europeos -si bien es cierto que con la
Champions complicada porque el
Valencia, el rival más directo, le saca ocho puntos- y con un dato curioso. Es la primera vez que suma 19 puntos transcurridas once jornadas. Es el séptimo mejor arranque del
Sevilla a estas alturas desde que se reparten tres puntos por victoria, a seis del
Sevilla de la 06/07 y de la 09/10, pero a dos del inicio que firmó
Sampaoli el curso pasado. También se va el
Sevilla al parón segundo en su grupo de la
Champions y con la posibilidad de firmar su clasificación para octavos si gana en la próxima jornada al
Liverpool.
Tampoco consigue el técnico superarse a sí mismo, pues tanto en la 14/15 (20) como en la 15/16 (21) sumaba más puntos con el
Celta que los que tiene ahora en el
Sevilla.
Más allá de los números, las dudas están sobre el juego y sobre la respuesta del Sevilla en los grandes escenarios, pues salvo en
Anfield, donde empató a dos, ha caído en
Bilbao, Moscú, Valencia y Barcelona ofreciendo una pésima imagen salvo en el
Camp Nou.
Las rotacionesUno de los aspectos más discutidos es el tema de las rotaciones. El técnico ha dicho en reiteradas ocasiones que asume las críticas del comienzo de la temporada con el fin de que el
Sevilla llegue en el mejor momento de forma posible a los meses en los que realmente se deciden las cosas, es de decir, de febrero -cuando comienzan las eliminatorias europeas- a mayo. Los continuos cambios en el once han evitado que se aprecie un equipo reconocible y que se asiente la idea del técnico de
Cruz Alta.
Sin embargo, en esta última semana se ha visto que el doble pivote que forman
Nzonzi y Pizarro, con
Banega por delante, se está asentando y que será la base sobre la que el
Sevilla debe crecer a la vuelta del parón. También para entonces espera el técnico que se vaya vaciando una enfermería que se ha cebado con el centro de la defensa.