¿Es una ventaja jugar la final en campo propio?

El lunes tendrá lugar una reunión para fijar la sede de la final de la Copa del Rey para la que el Sevilla busca contrincante. El deseo de José Castro es que se celebre en el Ramón Sánchez-Pizjuán para celebrar la remodelación del estadio con una final, aunque todo apunta a que será en el Wanda Metropolitano de Madrid, estadio inaugurado esta misma temporada y que ven con buenos ojos tanto Valencia como Barcelona.
El hecho de no jugar la final en 'casa' podría no ser negativo para el Sevilla. Basta con mirar a la historia de la competición para darse cuenta de que disputar un partido de esta dimensión en campo propio puede pasar factura.
El ejemplo más claro es el del 'Centenariazo' del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. En la temporada 01/02 los blancos conmemoraban sus 100 años de historia y pidieron que la final se disputara en su coliseo de Chamartín. La presión pudo con los galácticos, que se dejaron el título ante un Deportivo que supo aprovecharse de la debilidad blanca. No escarmentó el Madrid, que en la 12/13 volvió a perder una final de Copa en el Bernabéu, en este caso contra el Atlético de Madrid. Pero lo de los madridistas viene de lejos. En total han jugado ocho finales en su estadio y sólo han ganado una, precisamente contra el Sevilla en la temporada 61/62. Además, el Madrid perdió en el Bernabéu las finales de la 91/92 (Atlético de Madrid), 74/75 (Atlético), 67/68 (Barcelona), 60/61 (Atlétic), 59/60 (Atlético) y 58 (Athletic). La única que ganó, junto a la del Sevilla, como local fue contra el Castilla, su filial, en la 79/80.
Al Barcelona le ha ido mejor jugando en el Camp Nou finales de Copa. Los azulgranas ganaron al Athletic (3-1) en la 14/15 y al Zaragoza (3-1) en la 62-63. Además, también conquistaron el título en el 57 imponiéndose al Espanyol en Montjuic.
En total, de 13 finales en las que uno de los contendientes jugaba en su estadio, el equipo 'local' ganó 4 títulos y el 'visitante' se alzó con 9 entorchados.
El hecho de no jugar la final en 'casa' podría no ser negativo para el Sevilla. Basta con mirar a la historia de la competición para darse cuenta de que disputar un partido de esta dimensión en campo propio puede pasar factura.
El ejemplo más claro es el del 'Centenariazo' del Real Madrid en el Santiago Bernabéu. En la temporada 01/02 los blancos conmemoraban sus 100 años de historia y pidieron que la final se disputara en su coliseo de Chamartín. La presión pudo con los galácticos, que se dejaron el título ante un Deportivo que supo aprovecharse de la debilidad blanca. No escarmentó el Madrid, que en la 12/13 volvió a perder una final de Copa en el Bernabéu, en este caso contra el Atlético de Madrid. Pero lo de los madridistas viene de lejos. En total han jugado ocho finales en su estadio y sólo han ganado una, precisamente contra el Sevilla en la temporada 61/62. Además, el Madrid perdió en el Bernabéu las finales de la 91/92 (Atlético de Madrid), 74/75 (Atlético), 67/68 (Barcelona), 60/61 (Atlétic), 59/60 (Atlético) y 58 (Athletic). La única que ganó, junto a la del Sevilla, como local fue contra el Castilla, su filial, en la 79/80.
Al Barcelona le ha ido mejor jugando en el Camp Nou finales de Copa. Los azulgranas ganaron al Athletic (3-1) en la 14/15 y al Zaragoza (3-1) en la 62-63. Además, también conquistaron el título en el 57 imponiéndose al Espanyol en Montjuic.
En total, de 13 finales en las que uno de los contendientes jugaba en su estadio, el equipo 'local' ganó 4 títulos y el 'visitante' se alzó con 9 entorchados.