El ruido de la adversidad amenaza seriamente con despertar al
Sevilla de la ensoñación europea, pero el sueño todavía no ha terminado, porque si hay algún equipo capaz de protagonizar una gesta titánica en el
Allianz Arena es, sin duda, el nervionense. Su historial en los últimos años le concede más crédito del acorde a una situación tan contraria como a la que se enfrenta el miércoles en el feudo germano, con un 1-2 que, sobre el papel, le otorgan mínimas opciones estadísticas de avanzar por primera vez a las semifinales. Basta con mirar los registros de las competiciones europeas para comprobar el carácter definitorio de este marcador en contra como local, pues desde sus comienzos han sido muy pocas las ocasiones en las que se ha volteado un 1-2 en el choque de vuelta. Más concretamente, de las 365 veces que la ida ha terminado con 1-2, sólo en 20 se han firmado remontadas, lo que supone un índice del 5,96%.
Dentro de este limitado margen, el marcador más factible según los registros históricos es el 0-2, que se ha repetido hasta en seis ocasiones, por las cinco del 1-3, que, curiosamente, se ha dado más que el 1-2 (3), válido para forzar la prórroga. Obviamente, la ecuación más habitual tras un 1-2 en el primer asalto juega en contra de los intereses sevillistas pero depararía un choque igualado. Se trata del 1-0, firmado en 44 partidos y seguido por el empate a uno, que le daría opciones a los nervionenses hasta el último momento, al menos, de alargar la eliminatoria.
Más allá de estas estadísticas impersonales y lógicamente poco halagüeñas, el
Sevilla tiene un precedente propio al que aferrarse y de grato recuerdo, ya que en la campaña 13/14, la del primer título europeo con
Emery, remontó en el 'euroderbi' el 0-2 sufrido en el
Sánchez-Pizjuán contra el
Betis, igualando el marcador en
Heliópolis y logrando el pase a cuartos en la tanda de penaltis. Es la única vez que ha superado una eliminatoria tras caer en la ida como local, si bien sólo se ha visto en esta tesitura en dos ocasiones. La otra se produjo tres temporadas antes y el
Sevilla corrió una suerte bien distinta, ya que quedó eliminado a pesar de imponerse a domicilio. Sucedió en la
Europa League 10/11 contra el
Oporto, que venció en la 'Bombonera' con el mismo resultado que el
Bayern (1-2), superando
Rolando y
Guarín el tanto marcado por
Kanouté. El
Sevilla debía remontar en el estadio
Do Dragao y casi lo consigue, hasta el punto de quedarse a un solo gol del pasaporte para octavos. El gol de
Luis Fabiano brindó esperanzas al sevillismo pero finalmente resultó insuficiente para continuar vivo en el torneo.
En
Champions League, es la primera vez que se enfrenta a una situación de esta índole y ante un rival todopoderoso, lo que exigirá la versión más bestial del 'nunca se rinde' sevillista.