Sus nombres se dispararon la temporada pasada y alcanzaron una nueva dimensión en el fútbol nacional merced a su excelente trabajo en el
Getafe y el Girona, equipos llamados a luchar por la salvación y a los que mantuvieron en la pugna por Europa hasta la última jornada.
José Bordalás y Pablo Machín se convirtieron en los técnicos revelación de la campaña anterior después de una trayectoria exitosa en
Segunda y pasaron a la agenda de proyectos importantes, aunque sólo el soriano apostó por dar el salto al aceptar la oferta nervionense, mientras que el alicantino se quedó finalmente en el
Coliseum Alfonso Pérez dispuesto a superar el listón del último curso.
Ahora, en la jornada 4 del presente ejercicio liguero, ambos se volverán a ver las caras en el Ramón Sánchez-Pizjuán, ya sin el factor sorpresa y con la exigencia muy por encima del pasado, sobre todo para Machín, en un proyecto obligado a terminar en puestos europeos y con poco margen para equivocarse. Menos presión tiene
Bordalás, pero en Getafe tampoco se conforman ya con eludir el descenso y quieren mirar hacia el Viejo Continente.
De momento, los dos han firmado arranques ligueros casi calcados, con la fortaleza defensiva como base, tal y como refleja que en tres partidos tan sólo hayan encajado dos goles.
Sevilla y Getafe suman cuatro puntos, producto de un triunfo, un empate y una derrota, si bien los nervionenses se encuentran por encima por su mejor ´goal-average´ fruto de los cuatro tantos anotados en
Vallecas, mientras que los azulones sólo han firmado dos, en la segunda jornada contra el
Eibar. Más allá de la goleada ante el Rayo ninguno de los equipos se ha mostrado contundente arriba, lo que se refleja en que se han quedado sin marcar en dos de los tres partidos, algo que no extraña en Bordalás, pues su Getafe fue el menos goleador entre los diez primeros el curso pasado, aunque también de los menos goleados.
En los precedentes del curso pasado,
Machín se impuso en casa (1-0) y empató (1-1) en el Coliseum.
Álvaro Palomo3 min lectura