El temor fundado de Machín a Ipurua

En medio de la felicidad por el triunfo conseguido sobre el Real Madrid Pablo Machín cambia de repente el tono eufórico y reclama la atención de los suyos. "Hay que celebrar esto, pero sobre todo tenemos un partido supercomplicado en Eibar. Han perdido, pero ya sabéis lo que es jugar allí, lo que es padecer allí... así que necesitamos hasta el último gramo de nuestro esfuerzo", señala el técnico.
Y sabe bien lo que dice Machín, pues tanto la historia más reciente del Sevilla como la suya propia invitan a activar todas las alarmas para el viaje a Eibar, un equipo que suma dos victorias seguidas en casa tras el tropiezo inicial ante el Huesca, y que basa el objetivo de la permanencia en su fortín de Ipurua. Además, los de Mendilibar tendrán un día más de descanso ante el partido que se disputa el sábado.
La temporada pasada, el Sevilla hizo allí uno de los mayores ridículos del curso. El equipo dirgido entonces por Montella perdió por 5-1 en un choque en el que no dio la cara en ningún momento y en el que acabó zarandeado por los de Mendilibar. El italiano señaló a Roque Mesa por la debacle y apenas contó ya con él el resto de su etapa en el banquillo nervionense.
Para Machín, el correctivo sufrido ante el Eibar fue aún mayor. Dirigiendo al Girona perdió los dos partidos por un global de 8-2 (4-1 y 1-4) también sin opciones de conquistar puntos ante el siempre bien trabajado equipo armero.
Con estos antecedentes, hace bien Machín en pedir concentración a los suyos. Ipurua la va a exigir.
Y sabe bien lo que dice Machín, pues tanto la historia más reciente del Sevilla como la suya propia invitan a activar todas las alarmas para el viaje a Eibar, un equipo que suma dos victorias seguidas en casa tras el tropiezo inicial ante el Huesca, y que basa el objetivo de la permanencia en su fortín de Ipurua. Además, los de Mendilibar tendrán un día más de descanso ante el partido que se disputa el sábado.
La temporada pasada, el Sevilla hizo allí uno de los mayores ridículos del curso. El equipo dirgido entonces por Montella perdió por 5-1 en un choque en el que no dio la cara en ningún momento y en el que acabó zarandeado por los de Mendilibar. El italiano señaló a Roque Mesa por la debacle y apenas contó ya con él el resto de su etapa en el banquillo nervionense.
Para Machín, el correctivo sufrido ante el Eibar fue aún mayor. Dirigiendo al Girona perdió los dos partidos por un global de 8-2 (4-1 y 1-4) también sin opciones de conquistar puntos ante el siempre bien trabajado equipo armero.
Con estos antecedentes, hace bien Machín en pedir concentración a los suyos. Ipurua la va a exigir.