No debería haber llegado a esta situación límite cuando le bastaba con un empate en
Standard para evitarlo, pero también es cierto que, dentro del dramatismo del choque, el
Sevilla cuenta mañana con una ventaja considerable: se la juega en el
Ramón Sánchez-Pizjuán. Habría sido mucho más preocupante si su clasificación dependiera de un resultado positivo lejos de casa a tenor de que sólo se ha impuesto en una de las últimas ocho salidas, pero, más allá de la lógica inquietud al existir la posibilidad de quedarse fuera, los de
Machín se han mostrado completamente fiables como locales, y más si cabe en la
Europa League, competición en la que ha registrado números espectaculares que no ha acompañado con solvencia en los desplazamientos. No en vano, ha disputado cinco encuentros, tres de la previa y dos de la
Fase de Grupos, y todos los ha resuelto con victoria, la mayoría con resultados abultados y sin ningún problema.
Tanto es así que presenta un espectacular balance de 19 goles a favor, a casi cuatro tantos por choque, y uno solo en contra, el tanto del
Standard de Lieja en el 5-1. Arrancó con un 4-0 al
Ujpest, continuó con el marcador más ajustado ante el
Zalgiris (1-0), para rematar la clasificación con el 3-0 al
Sigma Olomouc. Ya en la
Fase de Grupos doblegó sin problemas a los belgas y avasalló al
Akhisar con un set (6-0).
Este fiabilidad local también la ha evidenciado en
Liga, con un pleno de triunfos desde que perdió con el
Getafe -antes había empatado con el
Villarreal-, la última vez que cedió puntos en el
Sánchez-Pizjuán, un gran aliado mañana.