Mientras
el Sevilla FC se reúne con su agente en la capital hispalense, en busca de soluciones para sacar a
Álvaro Morata del Chelsea FC, entre los aficionados nervionenses
existe el clásico debate sobre si sería o no un fichaje acertado.
Muchos,
"por lo que costaría", porque entienden que
"no tendría sitio" -por al nivel de André Silva y Ben Yedder- o debido a que
"no podría jugar Europa League", entienden que supondría un esfuerzo económico innecesario. Y
todo es discutible, excepto el último argumento, pues el canterano del Real Madrid, de llegar,
sí que podría ser utilizado por Pablo Machín en la segunda competición continental,
pese a haberla disputado ya con los 'blues' en la 18/19.
Y es que la
UEFA ha introducido para esta misma temporada una novedad en la normativa: los clubes pueden inscribir a
un máximo de tres jugadores nuevos sin ningún tipo de limitación en las competiciones continentales.
Hasta ahora, el máximo organismo continental lo restringía: "Un jugador de la cuota de tres anterior puede haber sido inscrito, excepcionalmente,
siempre que dicho jugador no haya jugado en la misma competición para otro club o para otro club que actualmente se encuentra en la misma competición".
Es decir, que se pasó de ninguno, a uno que hubiese jugado en Europa pero en otra competición y, finalmente, a que no haya
ningún tipo de limitación para inscribir a tres nuevos fichajes invernales. Por lo que sí, Morata, si el Sevilla lograse firmarlo, podría jugar como blanquirrojo en la Europa League.