Pese a las reticencias de su principal agente, quien se encuentra de vacaciones y no tiene intención de mover un dedo (sí lo está haciendo
uno de sus socios, ya en la capital hispalense), el
Sevilla FC trabaja para buscarle un nuevo acomodo a un Guilherme Arana que ya entró con mal pie en Nervión desde el primer día:
muy bajo de forma... y de ganas.
Caparrós le dio un ultimátum al terminar la pasada temporada, en la que estuvo casi inédito, y el lateral brasileño se puso las pilas,
llegando a la pretemporada visiblemente más fino y enchufado. Pese a ello, sobre el césped
nunca ha terminado de dar un paso adelante y sus discretas actuaciones han terminado por cansar a un Pablo Machín que
tampoco está encontrando la mejor versión de Sergio Escudero, frenado por la lesión que sufrió.
Arana ha sido o
frecido por la Liga NOS y cuenta con
algún interés de la Serie A italiana, pero el brasileño prefiere volver a su país, donde
Santos (también piensa Renato en Adriano Correia), Corinthians (su exequipo) y Flamengo han preguntado por sus servicios.
La idea, habiéndose quedado fuera de la lista para el partido de esta tarde ante el Athletic, es que salga incluso en las próximas horas, bajo la fórmula de una cesión, seguramente hasta finales de 2019, cuando terminaría el Brasileirao, y haciéndose el Sevilla cargo de parte de su ficha.
Los recambiosEste miércoles, habiéndole dado descanso a
Escudero, Machín probará desde el inicio a
Promes en la costado zurdo, y es posible que siga con el holandés y con
Javi Vázquez, a quien ya utilizó en la primera ronda de Copa, hasta verano, cuando podría llegar un
Alberto Moreno con el que no se han producido más contactos desde octubre. No obstante, la maquinaría está en marcha y no se puede descartar nada, salvo que la idea es que Arana salga y que lo haga pronto.
El Sevilla pagó
nueve millones de euros, más uno en variables, por quien fuese considerado mejor lateral zurdo de Brasil.