Pablo Machín no pedía otro delantero para el mercado invernal por capricho. El Sevilla sumará en Balaídos su partido número 41 en esta temporada y los minutos ya pesan en las piernas de los futbolistas, razón por la que el técnico se encuentra obligado a realizar rotaciones, tarea que se complica por la plaga de lesiones que acecha al plantel. Por ello, el entrenador requería un ariete del corte de André Silva para brindar un respiro al portugués sin necesidad de cambiar su sistema.
En verano no se lo trajeron y el soriano ha tenido que utilizar a Promes o Muriel como alternativas en la punta de lanza a pesar de que ninguno de los dos se encuentra cómodo en esa posición, pues precisan más espacios. Ahora en invierno únicamente ha llegado Munir por la salida de Muriel y el problema persiste, más aún por las molestias del hispano-marroquí. Esta situación hizo que Machín diera una nueva vuelta de tuerca en el Camp Nou para no exponer aún más a sus delanteros titulares, a los que volverá a juntar hoy.
En la ida copera fue Promes el que acompañó a Ben Yedder, pero las ausencias de Navas y Aleix provocaron que el holandés jugara como carrilero, por lo que Machín tomó la decisión de adelantar a Sarabia, que se convirtió en el sexto futbolista que ejerce de delantero con el míster, además de los dos naturales, WBY y Silva, Munir, Promes y Luis Muriel. Reflejo de la necesidad de otro punta que no ha venido en enero y de la condición de comodín de Sarabia.
Álvaro Palomo2 min lectura