El
Sevilla sólo ha ganado tres de los nueve partidos que se llevan disputados en 2019, y únicamente ha sumado los tres puntos ligueros ante el
Levante. En el camino, ha sido eliminado por el Barcelona en la Copa, algo que podría resultar lógico de no haber mediado el 6-1 encajado en el
Camp Nou. Así, el equipo ha caído a la cuarta plaza y su colchón para puestos
Champions es de cuatro puntos sobre el
Alavés, el Getafe y el Betis, mientras que el
Valencia asoma ya a seis unidades.
En el cuerpo técnico repiten que es normal que este bajón pudiera llegar dada la exigencia física y mental que soporta el
Sevilla desde el verano, cuando disputó tres rondas previas para acceder a la fase de grupos de la
Europa League. Disputar las tres competiciones y hacerlo al máximo nivel acaba pasando factura y eso puede explicar las ocho jornadas seguidas sin ganar a domicilio, con el
Sánchez-Pizjuán como clave para sostener al equipo en LaLiga.
Hoy, la cuenta @OptaJose aportaba un dato que puede explicar el bajón de juego del Sevilla. Y es que siete de los 13 jugadores con más partidos a sus espaldas en los que va de campaña en las cinco grandes ligas juegan en el Sevilla. Además, son pesos pesados como
Banega(37), Sarabia (36), Franco Vázquez (34), Vaclik (34), Ben Yedder (34), Sergi Gómez (34)) y Roque Mesa (34).Coincide que tres de esos futbolistas son los que conforman la sala de máquinas en el once base de
Machín, Sarabia, Banega y Mudo, justo ahora que es en esa zona donde al
Sevilla más le escasean las ideas. El fichaje de
Marko Rog y la esperada recuperación de
Gonalons junto a
Amadou y Roque Mesa deben dar aire al
Sevilla para mejorar el rendimiento y aspirar a recuperar el tono del final de 2018.