A la espera de poder partir hacia el Ramón Sánchez-Pizjuán escoltados,
los aficionados de la Lazio desplazados a la capital hispalense aguardan, rodeados de seguridad y entre cánticos, en los
Jardines de Murillo.
Hasta el momento, pese a los incidentes ocurridos en Roma y a que los ultras de ambos equipos no han dejado de lanzarse mensajes amenazantes en las redes sociales o mediante pintadas,
no ha ocurrido ningún hecho que lamentar.
El dispositivo de seguridad, de unos 1.000 efectivos, sigue en marcha para que nada sucera durante esta vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League.