Día de regresos en
Nervión. Regresó
Monchi al palco del
Sánchez-Pizjuán (primer partido oficial como director general deportivo); volvía
Pablo Sarabia, tras dos citas de baja por lesión; y el
Sevilla volvió a sumar los tres puntos en casa casi un mes después, lo que le permite regresar a los puestos europeos y montarse otra vez en el tren de la Champions: es sexto, empatado a 46 puntos con el quinto, el
Valencia; a un punto del cuarto, el
Getafe, y por delante ya de un
Alavés al que además le gana el 'goal-average' particular; algo que se antojará trascedental ante lo masivo de la lucha por sacar un billete continental.
El madrileño, con otro gol y otra asistencia, fue tan letal como viene siendo esta temporada y se puso en medio de la vía para detener un tren en marcha y montarse con la intención de no volver a bajarse de ahí y seguir el camino hasta el objetivo.
Finalmente, el '17',
Escudero y
André Silva llegaron a tiempo. Los dos primeros, directos al once; el luso se conformó con unos minutos al final. No se recuperó Mercado, por lo que Carriço conoció a su tercera pareja en el eje de la zaga en los tres partidos con Caparrós, pues
Kjaer ganó la partida a
Sergi Gómez. Al sancionado Banega le suplió con
Roque y
Gonalons en la zona ancha y sin Promes, con Sarabia en la derecha y con
Franco Vázquez echado a la izquierda, una zona a la que también caía a veces Munir, titular arriba junto a
Ben Yedder en un 1-4-4-2 con matices.
El
Sevilla se hizo con el control del balón desde el principio y no tardó en levantar a la gente de los asientos, con dos ocasiones seguidas antes del minuto 8. Primero, la cabeza de
Ximo Navarro se interpuso entre
Munir y el gol. El marroquí enganchó una potente volea en la frontal tras un córner de Sarabia. Acto seguido,
Ben Yedder se coló y la puso atrás para la llegada del
'Mudo', que la envió arriba.
Los vascos, ordenados sin balón, trataron de salir de la cueva y lo hicieron por momentos con un juego directo que bajaban y protegían
Calleri y
Borja Bastón (la gran novedad de Abelardo, que volvió al 1-4-4-2 con
Brasanac como sacrificado), y la rapidez y el desborde de
Jony e
Inui, muy apagados todo el choque. Las mejores armas vitorianas son 'volar' por los costados y el balón parado. El
Sevilla anuló bien esas dos vías y demostró haber estudiado a conciencia, por fin, cómo desactivar al rival.
Además, tampoco tenía problema en saltarse líneas. Buscó la espalda de la defensa rival con pases largos de
Kjaer hacia la movilidad y los desmarques de ruptura de los de arriba, y luego hizo llover centros desde el carril diestro, por medio del siempre hiperactivo
Navas y del propio
Sarabia, que en el 22' la puso templada en el corazón del área para
Munir, que no dirigió bien su cabezazo y se le fue arriba.
El
Sevilla seguía mandando, pero los babazorros ganaban metros poco a poco. Tanto es así, que estuvo a punto de caer el 0-1 al filo de la media hora de juego. Tras una conducción de
Jony, el balón quedó muerto en el área sin que Juan Soriano la cogiese ni
Kjaer despejase. Suerte que
Calleri también se quedó congelado y su disparo forzado fue repelido a córner por el meta, algo dubitativo en las salidas en su regreso a la titularidad tras cumplir un partido de sanción.
La presencia de
Sarabia, con mucha movilidad para aparecer por diversas zonas del frente ofensivo, le dio más presencia ofensiva al
Sevilla. Estaba en todas. En el 41', volvió a ganar la espalda a Duarte, bajó un cambio de orientación de Escudero y la puso de cara para
Roque Mesa, cuyo chut mordido se coló por toda la escuadra. Golazo del canario y nueva asistencia del '17', que es
¡la decimocuarta de este curso! A ella iba a unir luego el 2-0, su vigésimo primer tanto del mejor curso de toda su carrera y que le coloca con 'dobles figuras' en LaLiga (10 tantos y otros 10 servicios de gol). Pero, antes de marcarlo, ese gol de la tranquilidad se hizo de rogar.
Y eso que en la reanudación dio paso a un
Sevilla con un punto extra de confianza. El gol, al filo del descanso, le dio chispa a un equipo que siguió explotando su poderío por la derecha y que, con el paso de los minutos, cada vez sufrió menos atrás.
De esta banda llegó la primera del segundo acto; una falta colgada al área por
Sarabia, omnipresente, que
Ben Yedder peinó para obligar a lucirse a
Pacheco, que la sacó sobre la línea. Los mismos protagonistas, la dupla letal, volvieron a conectar para matar el partido: pase al hueco del galo y remate raso al primer palo del madrileño.
Monchi, a éste hay que renovarle como sea.- Ficha técnica:
Sevilla FC: Juan Soriano; Jesús Navas, Carriço, Kjaer, Escudero; Roque Mesa (Marko Rog 72'), Gonalons; Sarabia, Franco Vázquez (Promes 87'), Munir (André Silva 82'), Ben Yedder.
Alavés: Pacheco; Martín, Ximo, Laguardia, Duarte; Pina (Brasanac 75'), Wakaso, Inui (Twumasi 67'), Jony; Borja Bastón, Calleri (Guidetti 75').
Goles: 1-0 (41') Roque Mesa;
2-0 (80') Sarabia.
Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a Jesús Navas, Escudero, y Roque Mesa por parte del Sevilla; a Wakaso, Pina, Borja Bastón y Ximo por parte del Alavés.
Incidencias: Ramón Sánchez-Pizjuán. 33.212 espectadores.
Aitor Torvisco7 min lectura