LA CRÓNICA

Sevilla F.C. 5-0 Rayo: Mete la quinta marcha y pisa a fondo

Sevilla F.C. 5-0 Rayo: Mete la quinta marcha y pisa a fondo
Los jugadores del Sevilla celebran como una 'piña' uno de los goles ante el Rayo. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 8 min lectura
Tormenta perfecta en Nervión. El Sánchez-Pizjuán ha vivido en una semana dos aluviones. El del pasado Jueves Santo, de un granizo que pintó de blanco el césped del coliseo blanquirrojo. Sólo siete días después, lo que han llovido han sido goles. Ni más ni menos que cinco, un tanteo que incluso se queda corto para un Sevilla que gozó de más de 15 ocasiones claras ante el Rayo. Los de Caparrós se dieron todo un baño de autoestima después de hincar rodilla en el Coliseum, metieron la quinta marcha y pisaron a fondo en su carrera hacia la 'zona Champions' a lomos de cuatro bólidos en las bandas: Navas, Sarabia, Promes y Munir. La victoria, además de ser reconstituyente, le sirve para recuperar la cuarta posición en la tabla, aprovechando que el Valencia cayó el miércoles ante el Atlético y a la espera de que el Getafe y el Real Madrid cerrasen la jornada 34.

El Rayo llegaba colista, con las bajas de Medrán y De Tomás, autor de 12 de los 36 goles de los franjirrojos en esta Liga. Paco Jémez apostó por un 1-3-4-2-1, con Embarba de carrilero diestro y Álvaro García por delante; dos velocistas con desborde para intentar buscarle las cosquillas a Quincy Promes, que suplió al sancionado Escudero en el lateral izquierdo de una defensa con las novedades de Carriço y Navas, además de las de Sarabia y Roque Mesa, que volvió al once para acompañar a Banega en el eje de la medular y mostrar su versión más completa. Gigante en la resta e infalible en los pases.

El balón fue desde el principio propiedad de un Sevilla muy bien plantado, que tocaba con paciencia, aunque empleando muy pocos toques en la fase de elaboración, y que poco a poco fue encontrando espacios para crear peligro. Primero, Banega, en una falta lejana, envió un misil teledirigido a la escuadra que palmeó a córner Alberto García y, acto seguido, Sarabia acabó mal un rápido ataque. La vuelta al once del madrileño hizo mucho más imprevisible al Sevilla. No es tan vertical como Navas, al que dejaba la banda para internarse y aprovechar la movilidad de compañeros como el 'Mudo', que abandonaba la izquierda para irse al centro, y de Munir, que hacía el movimiento inverso para caer al costado, asociándose con Promes y dejando a Ben Yedder como referencia más adelantada, en un flexible 1-4-2-3-1 que se vio con aún más nitidez que en citas anteriores.

El marroquí, cada vez más asentado en la titularidad, ofreció muy buenos desmarques de ruptura a la espalda de Embarba, como el que hizo al filo del primer cuarto de hora, acompañado luego de un disparo que salió demasiado alto. Fue la primera de una nueva ristra de ocasiones claras de un conjunto nervionense que mantenía un ritmo muy alto de juego e intensidad en los balones divididos y los duelos individuales. Robaba y corría con mucho sentido y sólo faltaba acertar.

Tras un pase de escuadra y cartabón de Banega, Franco Vázquez le pegó mordida y desviada; Munir la puso rasita al área, donde Ben Yedder no llegó y Sarabia lo hizo de manera defectuosa; de nuevo el 'Mudo', esta vez de cabeza, no pudo dirigir uno de los muchos centros de Navas en una nueva transición rápida; y el '16' culminó dos nuevos arreones con un disparo con cada pie desde fuera del área repelidos ambos por el portero rayista, que vio también cómo a Promes se le iba por encima del larguero un remate desde la frontal. El Sevilla generó peligro hasta con disparos de los rivales. Al filo del descanso, el enésimo centro de Navas fue despejado por Velázquez hacia su propia portería y obligó a Alberto a lucirse con una estirada abajo, parecida a la que opusó al centro-chut de Ben Yedder, con Munir relamiéndose en boca de gol.


Promes abre la lata
En la reanudación, el Sevilla salió dispuesto a retomar el guion de un asedio sin piedad que sólo podía tener como desenlace el gol. Si no era por calidad, sería por cantidad, a base de insistir. Así llegó el 1-0, obra de Quincy Promes en su segundo intento, ya que el primero lo repelió el activo meta de los franjirrojos.

El destino es caprichoso. Las tienes de todos los colores, no te entra ninguna y luego caen tres goles en sólo seis minutos. En el 57', se paró el tiempo con un precioso y preciso cambio de orientación de Roque Mesa, un centro medido de Sarabia al segundo palo y control más volea de Munir. El ex del Barça merecía un tanto que premiase su partidazo y marcó dos: en el 61’ firmó un doblete al recoger un nuevo despeje de Alberto, esta vez en un mano a mano con Ben Yedder.

La fiesta no iba a ser completa si el galo no ponía fin a su racha de cinco jornadas sin marcar que acabaron en el 71', cuando el '9' convirtió en regate un gran control al pase en largo de Munir y marcó a placer. Tuvo que celebrarlo en diferido, ya que hubo que esperar a que el VAR verificase que partió en posición legal. Con 4-0, ya tocaba rebajar las pulsaciones y dar minutos a Marko Rog, a Aleix Vidal y al joven Bryan Gil, que redondeó la manita tras recibir en el área un servicio de Sarabia y sentar a Jordi Amat y a Velázquez.

La manita, además de para agarrarse con fuerza al balcón de la Champions, le sirve al Sevilla para dejar sentenciado su pasaporte para la Europa League: le saca seis puntos al Athletic, que es séptimo, y nueve puntos más el 'goal average' al Alavés, octavo.


- Ficha técnica:
Sevilla F.C.: Vaclik; Jesús Navas (Aleix Vidal 73'), Mercado, Carriço, Promes; Roque Mesa, Banega, Sarabia, Franco Vázquez (Marko Rog 72'); Munir (Bryan Gil 75') y Ben Yedder.

Rayo Vallecano: Alberto; Gálvez (Javi Guerra 62'), Amat, Velázquez; Álex Moreno (Tito 46'), Uche, Mario Suárez, Embarba; Pozo, Álvaro García (Kakuta 71'); Di Santo.

Goles: 1-0 (55') Promes; 2-0 (57') Munir; 3-0 (62') Munir; 4-0 (71') Ben Yedder; 5-0 (86') Bryan Gil.

Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández (colegido balear). Por parte del Sevilla amonestó a Banega. Por parte del Rayo amonestó a Gálvez y Pozo.

Incidencias: Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. 31636 espectadores.
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