Es uno de los grandes sueños de
Monchi. Por sus cualidades y por su "gen sevillista",
Luis Alberto ocupa un lugar principal en la agenda del director general deportivo del
Sevilla. Pero todos en
Nervión son conscientes de que no será sencillo sacarlo de la
Lazio.
La estrategia nervionense, como ya ha relatado
ESTADIO, pasa por que el jugador, a través de su agencia, aclare con el club romano los términos de una hipotética negociación para saber si entra dentro de los parámetros económicos sevillistas, estimándose su precio entre 30 y 40 millones de euros.
La cantidad ya suena prohibitiva. Pero, además, la
Lazio, a través de su técnico,
Simone Inzaghi, trata de jugar otras bazas, enfriando las tensiones que pudieran existir con la directiva del conjunto italiano después de que su presidente,
Claudio Lotito, dijese que le sobran jugadores al referirse al vallense.
Así, el preparador transalpino, según apunta la prestigiosa
Gazetta dello Sport, habría telefoneado al jugador para hacerle ver que será la piedra angular de un proyecto en el que ya era importante, y donde adquiriría más galones si cabe ante la más que probable marcha del serbio
Milinkovic-Savic, cortejado por el
PSG.
Incluso, la publicación italiana habla de una posible renovación con la
Lazio (acaba en 2022) que parece, sin embargo, muy complicada en la situación actual.
Mientras, el jugador se encuentra en
Ibiza y aprovecha sus vacaciones para realizar algunos entrenamientos junto a otros futbolistas como
Lucas Ocampos, del Marsella, si bien casi todos sus compañeros en estas sesiones juegan en Italia, como el milanista
Romagnoli, el argentino
Papu Gómez, del Atalanta, Salvatore Monaco, del Perugia, o Andrea Petagna, delantero del
SPAL al que pretende curiosamente la
Lazio.